Ilgaz y Ceylin han recibido varias amenazas de muerte. Si Ilgaz no cierra el caso de la novia muerta, su vida podría estar en peligro. Primero fue una llamada a Ceylin y después amenazaron directamente a Parla.
Aunque al principio Ilgaz piensa que son amenazas sin importancia, al final empieza a tomarse esas amenazas más en serio y decide poner a agentes de policía a vigilar la casa de los Erguvan y le pide a Ceylin que se quede en su casa para que no se quede sola. Él se irá casa de su padre ya que siguen enfadados y a punto de divorciarse.
Defne y su abuelo quieren que la pareja se reconcilie y provocan que Ilgaz no pueda entrar en casa. Al fiscal no le queda más remedio que subir a la casa en la que vivía con Ceylin donde precisamente se va a quedar a dormir ella.
Al llegar, vuelven a discutir y Ceylin decide marcharse de allí e irse a dormir en su despacho. Preocupado por si le pasa algo, Ilgaz decide ir tras ella y se queda en su coche vigilándola. ¡Ilgaz se da cuenta al verlo desde la ventana!
La abogada se va a dormir, pero al final se siente mal y decide ir a buscarlo en mitad de la noche invitándole a subir y a que se quede en su casa. Lo que ninguno de los dos sabe es que… ¡acaban de poner una bomba en el coche de Ilgaz!
Ceylin le dice que duerma en otra habitación, pero entonces Ilgaz le dice si para hecho le ha hecho subir. “No quería que murieses congelado”, le dice ella y entonces él le dice “pues dame calor” y aunque la abogada intenta hacerse la fuerte…no puede evitar dejarse llevar y … ¡pasan la noche juntos! ¡Menudo momentazo!
A la mañana siguiente, Ceylin le dice que lo que ha pasado es una tontería y que no puede volver a suceder porque van a divorciarse. Ilgaz le dice que piensa igual, aunque los dos saben que siguen muy enamorados. ¿Firmarán finalmente los papeles del divorcio?