No. Es mentira. El PP no consiguió este domingo el mayor número de afluentes a un acto político, como dicen. La manifestación por la amnistía tuvo un gran dato de participación, aunque alejado de los 200.000 asistentes que llegó a prometer la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso. En la plaza de Felipe II, frente al Wizink Center, se dieron cita 40.000 personas, según las cifras de la Delegación del Gobierno.

No obstante, y pese a que esa cifra es discutida tanto por encima como a la inversa -la Policía Nacional habla de 35.000 y el PP de 66.000-, el acto político no fue el que contó con más aforo de la historia de la democracia. Basta un simple ejercicio de búsqueda en la hemeroteca para constatarlo.

El 26 de octubre de 1982, en la clausura de la campaña, el expresidente del Gobierno Felipe González consiguió reunir a 100.000 personas en Sevilla para escuchar sus proclamas. Tal y como recoge un día más tarde el diario El País, en un artículo escrito por el periodista Bonifacio de la Cuadra, aquel acto contó con un aforo de más del doble de personas.

«No queremos salvadores con metralleta, ni salvadores maestros de dictadura. Vamos a conseguir la convivencia en justicia y progreso de este pueblo. ¡Adelante, adelante, con paz y con libertad». Estas fueron las palabras escogidas por González en aquel momento para cerrar su intervención.

El resultado es por todos conocido. Felipe González, en aquellas elecciones, consiguió la victoria con una mayoría absoluta histórica, de 202 diputados. Le seguía, en segunda posición, Alianza Popular, con 106 escaños, dejando a UCD en 12.

Desde entonces, y hasta el año 96, González no dejaría el poder, encadenando cuatro elecciones consecutivas. Sería José María Aznar quien desalojaría a González de La Moncloa, estableciendo, nuevamente, un largo mandato de ocho años hasta la derrota frente a José Luis Rodríguez Zapatero.

La hemeroteca

Bonifacio de la Cuadra, redactor de aquella noticia del diario El País con la que hoy los grupos de whatsapp arden para tumbar el relato de Génova, describía de esta forma el mitin que tuvo lugar hace más de 40 años.

“La llegada desde Madrid de Felipe González y Alfonso Guerra interrumpió durante unos instantes el acto, mientras se vitoreaba al líder socialista en un ambiente de gran entusiasmo. Numerosos ancianos situados en las primeras filas habían aguardado desde las cuatro o la cinco de la tarde. Felipe González tuvo un emocionado recuerdo para su madre, fallecida recientemente, por no poderla encontrar allí”, escribía, dando fe del entusiasmo con el que se vivían aquellos momentos.