Carlos Rábade es coordinador del Área de Tabaquismo de SEPAR (Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica) y dirije la Unidad de Tabaquismo en el CHUS (Complejo Hospitalario Universitario de Santiago). Como experto en esta rama de la medicina, destaca la importancia de dejar de fumar para evitar posibles enfermedades respiratorias tanto para los consumidores como para los denominados fumadores “pasivos”, afectados también por los componentes nocivos del humo.
¿Qué es el humo residual del tabaco o de tercera mano?
Es el humo que se queda impregnado en la ropa y en los objetos tras fumar. Tiene unos componentes tóxicos que se respiran, y como consecuencia de esa inhalación, te expones de forma crónica a unas sustancias nocivas para la salud. Principalmente, queda pegado en las cortinas, en los téxtiles y en los muebles de la casa.
¿Si los padres fuman en casa cuando sus hijos han salido, los protegen de los efectos nocivos del tabaco?
Muchos padres, de forma no intencionada, creen que fumar cuando sus hijos no están ya sirve para no dañarlos con las toxinas del tabaco, pero se equivocan. Este humo contiene sustancias que permanecen en el ambiente más de 1 o 2 días, adheridas a cualquier elemento del hogar. Por lo tanto, esta práctica es un riesgo para la salud de los no fumadores.
“La exposición al humo del tabaco se asocia a una alta mortalidad, sobre todo en familias”
¿Qué efectos perjudiciales adquieren los fumadores pasivos?
Ellos no inhalan las mismas sustancias que un fumador, pero hay otro tipo de componentes tóxicos en la exposición al humo que pueden ocasionar problemas de salud a largo plazo. Hay estudios que muestran que aquellos hijos de padres fumadores tienen un mayor riesgo de desarrollar en un futuro patologías respiratorias, como el asma u otras infecciones. Además, el humo inhalado también puede ocasionar procesos neoplásicos, es decir, funcionales, problemas tumorales o enfermedades cardiovasculares. Esta exposición al tabaco se asocia a una alta mortalidad, sobre todo en ambientes familiares. Realmente no hay muchos análisis que afirmen que el humo de tecera mano es nocivo para la salud, pero es indudable que las partículas tóxicas, similares en ocasiones a las del de segunda mano, afectan al aparato respiratorio.
¿Deberían las entidades responsables habilitar más lugares públicos como espacios libres de humo?
Sí. No porque lo crea sino porque existen casos que demuestran que fumar, por ejemplo, en terrazas con alta concentración de gente, produce una importante contaminación del entorno. Por cada fumador que hay en una terraza un 50% del aire del espacio se ve contaminado por sustancias tóxicas. Los no fumadores tenemos derecho a respirar aire puro. Se deberían ampliar espacios libres de humo en los lugares frecuentados por un gran número de personas. Es una amenaza para todos, pero en especial para aquella población con enfermedades crónicas o sensible como las embarazadas o los niños. Incluso los trabajadores de hostelería. Ellos trabajan muchas horas en el negocio y durante la jornada respiran toxinas derivadas del tabaco consumido por los clientes.
¿Son las cachimbas más perjudiciales que el tabaco?
Tienen una mayor concentración en nicotina en su propio tabaco. Las cachimbas son un producto emergente. Una nueva forma de consumo que ya estaba presente hace mucho tiempo en países de Oriente Medio y que ahora se está modernizando, sobre todo en el ocio. Además, permiten mezclar el tabaco con alcohol, o cannabis, que las posiciona como una variante “atractiva” para los jóvenes. Lo peor que tienen es el gas que desprenden, el monóxido de carbono que, unido a la hemoglobina, provoca una disminución del oxígeno en los órganos y, por consiguiente, aumenta el riesgo de poblemas cardiovasculares.
¿Y los dispositivos electrónicos como vapeadores?
Los vapeadores, efectivamente, no son el método para dejar de fumar ni mucho menos. No se ha demostrado que sean eficaces, sino todo lo contrario. Provocan que el consumidor se acabe convirtiendo en adicto a este tipo de dispositivos y que vuelva a fumar. Son una puerta de entrada al tabac.
¿Son las series o películas, donde los actores consumen tabaco abiertamente, una influencia para los adolescentes?
Efectivamente. Es una publicidad directa que atrae el consumo del tabaco. Los adolescentes imitan conductas que aparecen en televisión. Lo que pedimos nosotros al Gobierno es que hagan un ejercicio de valoración de la publicidad directa e indirecta que se hace del tabaco. Los jóvenes normalizan y lo ven como positivo porque lo hacen sus “referentes”. Es fundamental hacer campañas de sensibilización frente al tabaquismo para los adolescentes. Debemos “controlar” a este sector de la población y evitar que se conviertan en adictos a la nicotina y a otras drogas.
¿Cuáles son las recomendaciones saludables para familias que habitan en la misma vivienda?
Lo ideal es que todos los miembros del núcleo familiar se reúnan y lo hablen. El miembro que fuma, aunque lo haga sin la presencia de los demás, debe saber que está dañando la salud de sus convivientes. Lo correcto es que pida ayuda para dejar el consumo de tabaco a pesar de que realmente él no sea consciente de todo el mal que se está produciendo a sí mismo y a los demás. Por otra parte, la responsabilidad de sus compañeros de piso es la de motivar al fumador para solucionar esta posible amenaza al aparato respiratorio. La intervención familiar es imprescindible.
“Más de la mitad de las enfermedades que vemos en neumología provienen del tabaco”
¿Cómo de importantes son las enfermedades respiratorias?
Más de la mitad de las enfermedades que vemos en neumología son producidas por el tabaco, o en cierta forma, empeora su diagnóstico. Vemos patologías como la enfermedad pulmonar obstructiva crónica, que bloquea el flujo de aire de los pulmones, que cada día produce miles de hospitalizaciones en España, que suponen un alto coste sanitario y un impacto social muy duro. Las enfermedades cardiovasculares, como los infartos, tienen mucha relación con el tabaco. El Gobierno debería tener en consideración nuevas medidas para tratar a los enfermos adictos a la nicotina.
¿Qué patologías comunes derivan del tabaco?
El tabaco es un factor de riesgo que está muy presente en el cáncer de pulmón y en los de los demás órganos, por lo general. Es una de las enfermedades que mata a más gente a lo largo del año. Las cifras de mortalidad por esta patología no están disminuyendo en nuestro país, sino todo lo contrario, y el tabaco es uno de los principales culpables.
¿El tabaquismo es una enfermedad?
Sí, y muy grave. Se trata de una enfermedad adictiva y crónica que supone un riesgo para toda la población. Es necesario erradicarla cuanto antes.