El gobernador del Banco de España, Pablo Hernández de Cos, cree que la inflación puede llegar a alcanzar el objetivo del 2% fijado por el Banco Central Europeo (BCE) si los tipos de interés se mantienen en el nivel actual durante el tiempo necesario.
«El nivel actual de los tipos de interés oficiales del BCE, mantenido durante un período suficientemente largo, sería en términos generales consistente con alcanzar nuestro objetivo de inflación del 2% en el medio plazo. En otras palabras, esto significa que, si mantenemos los tipos en estos niveles el tiempo suficiente, hay muy buenas posibilidades de que podamos alcanzar nuestro objetivo del 2% en el momento oportuno«.
Así lo ha señalado durante su discurso en la reunión anual del International Forum of Sovereign Wealth Funds (IFSWF), organizada por Cofides.
En él, el gobernador del Banco de España ha matizado que esta conclusión se hace sobre la base de la información actual, destacando que el nivel de incertidumbre sobre la evolución futura de la economía «sigue siendo elevado y sujeto a riesgos geopolíticos cuyo curso es difícil de anticipar».
Así, cree que podría haber más shocks. «Nuestra respuesta a ellos dependerá de su origen y escala y de su impacto en las perspectivas de inflación», ha afirmado. «En este contexto, nuestras decisiones futuras garantizarán que los tipos de interés oficiales del BCE se fijen en niveles suficientemente restrictivos durante el tiempo que sea necesario y seguiremos aplicando un enfoque dependiente de los datos para determinar el nivel y la duración adecuados de la restricción monetaria».
Hernández de Cos ha añadido también que es importante que otras políticas también contribuyan en su lucha contra la inflación. «A medida que los precios de la energía caen, los gobiernos deben dar marcha atrás en sus medidas de apoyo a la energía» y, en caso de que una renovada crisis energética requiera nuevas medidas de apoyo fiscal «deberían ser mucho más específicas». Además, considera que las autoridades también deberían emprender reformas estructurales para fortalecer la oferta.
«La política fiscal para 2024 debería ser bastante restrictiva en toda la zona del euro, en consonancia con la declaración del Eurogrupo de julio y las proyecciones del personal técnico del BCE de septiembre. Esto es esencial para evitar presiones adicionales sobre los precios, que de otro modo requerirían una respuesta de política monetaria aún más fuerte», ha concluido.