Mañana soleada en la capital de España. Ideal para muchos para defender la nación. Esa que, dice la derecha, está en peligro de ruptura. El motivo ha reunido a miles de personas en la Avenida de Felipe II, en los aledaños del Wizink Center de Madrid en un «acto» que ha servido de preámbulo a la investidura fallida de Alberto Núñez Feijóo los próximos 26 y 27 de septiembre. A saber, el martes y miércoles de la siguiente semana.  

Así, banderas de España por doquier, varias del PP, música y hasta quienes han querido hacer negocio con un puesto que incluía entre sus ‘souvernirs’ merchandising franquista, son solo algunos de los elementos con los que ha contado la concentración. «Estoy aquí porque no podemos dejar que nos rompan España», apuntaban voces críticas con la gestión de Pedro Sánchez a ElPlural.com. «He venido para defender a mi país»; sostenía otro de los asistentes, vestido con traje militar.

A partir de entonces, los diferentes dirigentes que han ido saliendo al escenario lo han hecho bajo un telón de fondo con gritos como ‘Puigdemont a prisión’ o ‘¡Viva España!’. Primero ha sido el turno del alcalde de la ciudad, José Luis Martínez-Almeida, y de la presidenta de la Comunidad, Isabel Díaz Ayuso

Especialmente interesante se presumía la intervención de la lideresa regional, hacia cuyo protagonismo había temor en Génova. De hecho, se llegó incluso a hablar de veto hacia su persona para que el grueso del acto recayera sobre el propio Feijóo. Finalmente, el papel de la baronesa ha quedado relegado al de telonera, dando la bienvenida con una intervención de unos tres minutos y, si bien ha sido ovacionada, la estrategia de la formación para cerrar filas en torno al gallego les ha salido bien.

Almeida, primer telonero

Por partes, José Luis Martínez Almeida ha sido el primero en cargar contra la «ambición desmedida» del secretario general de los socialistas. «No nos vamos a resignar», ha dispuesto. «Desde Cataluña hasta Andalucía, desde Castilla-La Mancha hasta Baleares, desde el País Vasco hasta Canarias, somos todos iguales y los seguiremos siendo», ha reivindicado. 

Asimismo, el primer edil ha reprochado el «pacto» entre un «prófugo de la justicia» y Sánchez, sentenciando que «jamás podrán estar por encima de España y los españoles», mientran lanzaba un órdago a los socialistas que el partido había invitado expresamente al acto: «Entre Arnaldo Otegui y Nicolás Redondo, siempre Nicolás Redondo».

«De ninguna manera»

Inmediatamente después, la presidenta de la Comunidad de Madrid ha salido al escenario entre vítores y ha abanderado el «de ninguna manera» como lema. Así las cosas, a modo de estrella del rock, la lideresa madrileña ha ensalzado tres palabras que ha empleado para interactuar con el público asistente. 

Con unas declaraciones que rozan lo incendiario, Isabel Díaz Ayuso ha asegurado que los españoles «ya no tragan más» con la «corruptela independentista» y que » Sánchez premia a los traidores mientras se olvida de la España fiel»: «Estamos aquí por la dignidad de todos y contra la amnistía que pretende Pedro Sánchez para beneficiar a aquellos que dieron un golpe de estado en Cataluña en 2017 contra España, la convivencia y el Estado de Derecho (…) Hace años Sánchez lo veía así, ahora ha cambiado de opinión».

Asimismo, ha cargado contra el líder del PSOE por «decir que nunca hubo delito, que los jueces son prevaricadores y que el golpe estuvo bien dado, que fue justo…». En esta línea, ha asegurado que decir amnistía es «decir que nunca hubo delito, decir que los jueces españoles son prevaricadores y que el golpe estuvo bien dado, que fue justo».

«Yo le digo, de ninguna manera», ha subrayado, a la vez que ha criticado los «años de mentiras, opresión, división y ruina» que, a su juicio, ha existido en el noreste de nuestra geografía.

Aznar y Rajoy

En su turno, el expresidente Aznar -que en su día negoció el indulto de 16 miembros de Terra Lliure- ha llamado a «alzar la voz» contra la «humillación» que supondría una investidura que, en otro orden de cosas, Sánchez prácticamente ha dado por hecha este domingo: «Quiero apelar a todos los ciudadanos a que no se callen y no vean que el silencio es una opción responsable, sean cuáles sean sus ideas. Les pido que dejen oír su voz y reivindiquen sus derechos, y los españoles sigamos unidos en una nación de ciudadanos libres e iguales».

El expresidente ha emplazado a decir que se han concentrado hoy para decir «alto y claro» que la Constitución no es «moneda de cambio» para «satisfacer a golpistas»: «La amnistía es olvido y nosotros queremos recordar a todos los que trabajaron para que España tuviera un marco de convivencia pacífica». «Ha mentido (en referencia a Pedro Sánchez) y está dispuesto a todo con tal de mantener el Gobierno y el poder».

A él le ha seguido el expresidente del PP más reciente, Mariano Rajoy. El también gallego ha advertido de que la amnistía es una «enmienda a la totalidad de la Constitución y la demoracia» y que supondría el paso a «otro régimen» donde «imperaría la ley del más fuerte. 

«Si la amnistía de 1977 supuso el fin de la dictadura, esta amnistía, que ahora se pretende, supondría el paso a otro régimen distinto, donde imperaría la ley del más fuerte, donde la igualdad de los españoles ante la ley habría desaparecido y donde la independencia de la justicia estaría abierta al albur de los intereses políticos de turno», ha sostenido mientras acusaba al líder socialista de «mercadear» con el Estado de Derecho. 

Sobre un hecho que Rajoy ha calificado como «moralmente inaceptable», el expresidente ha expuesto que «es la primera vez en la historia que el Gobierno depende del chantaje de un prófugo» y que la formación popular pondrá «todos los medios legales» de los que disponga para frenar una posible ley de amnistía. 

Asimismo, la persona bajo cuyo mandato se puso en marcha el artículo 155 y tras cuyo gobierno tuvo lugar el ‘procés’ catalán, ha defendido dicho punto de la Carta Magna. «A partir de aquel momento, todos, también ellos, entendimos que la democracia tiene instrumentos para defenderse».

«Alberto, te ha tocado un momento de enorme dificultad, pero has conseguido en poco tiempo grandes logros (…)», ha consumado para referirse a Núñez Feijóo.

Feijóo: «Los españoles no son tontos»

Precisamente, el que fuera máximo responsable de la Xunta de Galicia ha cerrado el acto. Feijóo ha comenzando tachando al PSOE de «cómplice» y ha terminado aplaudiendo la labor de los socialistas «expulsados».

«No hay consentimiento de los españoles para dejar de ser una nación de ciudadanos libres e iguales», ha dictado para destacar que su partido no va a «negociar los fraudes»: «Se disfrazan de eufemismos (…) El 94% de los españoles no votó un cambio en el régimen constitucional, un fraude agravado y reiterado por la misma persona».

A renglón seguido, ha dado las gracias a los diputados de la extrema derecha de Vox, Unión del Pueblo Navarro (UPN) y Coalición Canaria (CC) que le van a facilitar sus apoyos, insuficientes en cualquier caso, para la investidura.

«Llaman a los indultos concordia, a perder ganar. Yo lo que les digo es que no nos llamen tontos a los españoles. No tragemos con la indignidad», ha situado mientras dejaba de lado por enésima vez que el PP ha pactado en varias comunidades autónomas con los de Santiago Abascal sin ser la lista más votada

 «Allá Pedro Sánchez como quiera ser recordado en la historia de nuestro país. Pasaré o no por la Presidencia del Gobierno ahora o pronto, pero en lo que a mi respecta lo que quedará para España será libertad, igualdad y dignidad», ha pronunciado mientras destacaba cuestiones de actualidad como el uso de las lenguas cooficiales en el Congreso.

Un mitin que ha dado mucho de qué hablar

El mitin de partido no ha estado exento de controversia a lo largo de la semana. De hecho, desde antes; a decir verdad desde el momento mismo en el que el expresidente Aznar llamara a la «contienda nacional», una especie de «rebelión» que realmente tendrá lugar el 8 de octubre en Cataluña y dejará una escena que seguramente va más en consonancia con lo que el núcleo duro del partido demandaba.  En cualquier caso, los fieles no han faltado a la cita y han llenado la mitad de la plaza (el resto le ha pertenido al Real Madrid de baloncesto).

 «Cientos» -unos 200- autobuses fletados han llegado de distinas partes del país. Unas 40. 000 personas se han dado cita a pie para clamar «por la igualdad», según Delegación de Gobierno. En Génova hablan de «desborde» para referirse a unas 45.000 personas, una cantidad que queda muy lejos del objetivo inicial.