La comedia de los errores
Teatro Principal de Alicante
De Shakespeare. Versión: Albert Boronat. Dirección: Andrés Lima
Bien está la vieja tradición de la farsa con sus juegos, la exposición de tipos y caracteres y una hilarante visión de la conducta humana. La burla de los convencionalismos o de la hipocresía moral. Pero agregar efectos y no representar en serio es una de las equivocaciones. Porque caricaturizar una caricatura, y no es la primera vez, es un error. Una pirotécnica teatralidad y el carácter bufonesco de una ridícula parodia que se pasa de tueste. La comedia de los errores, de Shakespeare, quien brilla casi por su ausencia en esta libre adaptación de Albert Boronat, se transforma en la de los horrores.
Y podría ser una buena fiesta teatral. Los comediantes emplean técnicas vocales y físicas para mostrar a los estrafalarios personajes de una «comedia de bobos» con el recurso del disfraz, golpes verbales y físicos y de nuevo la idea del teatro dentro del teatro. Una antigualla vestida de modernidad con música electrónica y algunas coreografías. Eso sí, el ritmo sostenido que impone el director Andrés Lima y la vivacidad interpretativa son indudables.
Pepón Nieto intervino, en 2017 y en este mismo escenario, en La comedia de las mentiras, y ahora vuelve a hacer de las suyas con el talante del tradicional cómico y los matices que pretenden divertir. A ese estilo populachero, con sus expresivas posibilidades, se suman Antonio Pagudo, Fernando Soto, Rulo Pardo, Avelino Piedad y Esteban Garrido. Los enredos y las confusiones se apoyan en la antigua comicidad griega y latina, y la banalidad campea en la vodevilesca trama. Es una pena que la profesionalidad se ponga al servicio de una charlatana y extensa representación en la que destaca el alegato sobre el error como aprendizaje. «La verdad debe su existencia a lo falso». Esa huida de lo plano empuja a todo lo dicho. Dos hermanos gemelos, esposos, esposas, sirvientes, señores o la búsqueda del hermano.