Javier Belmonte es abogado con más de ocho años de experiencia y está especializado en operaciones de compraventa de sociedades, operaciones de reestructuración de grupos societarios, fusiones y demás modificaciones estructurales. Procedente del despacho madrileño CMS Albiñana & Suárez de Lezo, acaba de incorporarse al despacho de origen alicantino Devesa & Calvo, firma especializada en prestar asesoramiento en la abogacía de los negocios a compañías nacionales y extranjeras, así como a inversores y grandes patrimonios.
La incorporación de Belmonte supone para Devesa&Calvo un refuerzo para su área de M&A, pues aunque ésta cuenta con amplia experiencia en procesos de este tipo, el constante crecimiento del despacho requería ampliar profesionales con dedicación acumulada en la materia.
Charlamos con el abogado sobre la actualidad del M&A y los desafíos del sector.
¿Cómo ha afectado la situación económica global al sector M&A?
La pandemia del covid-19 afectó de forma temporal al sector M&A en España. No obstante, tras dicho periodo la incertidumbre económica acaecida remontó, lo que supuso un año 2021 excepcional pues se activaron operaciones e incluso se retomaron muchas que ya habían surgido y quedaron paralizadas por la crisis.
Como consecuencia de esto, la utilización de cláusulas MAC (material adverse change) han creado cierta tendencia. Estas cláusulas conceden a las partes (habitualmente al comprador) el derecho a resolver el contrato o a tener la oportunidad de renegociarlo sin cerrar la operación, pero únicamente cuando el negocio sufra un cambio que, objetivamente, altere las circunstancias, y este cambio produzca un daño efectivo en el comprador.
En la actualidad, ¿cuáles son los desafíos para los inversores?
Las empresas que buscan fusionarse o adquirir empresas en España enfrentan varios desafíos. Entre ellos, se encuentran las regulaciones y aprobaciones gubernamentales, como la autorización de la CNMC, cuyo objetivo es preservar y promover la existencia de una competencia efectiva en todos los mercados españoles, o la autorización del Ministerio de Industria, Comercio y Turismo a la inversión extranjera en determinados sectores estratégicos como el de la energía, el de transporte o el bancario.
También el acceso a la financiación se ha encarecido con la coyuntura actual, lo que está afectando en ocasiones a determinadas operaciones de M&A, cuyo cierre y acuerdo depende de fórmulas y acuerdos flexibles, y en ocasiones jurídicamente complejos, en relación con los plazos y formas de pago del precio pactado o con las garantías exigidas.
Debe tenerse en cuenta, por tanto, la valoración y el precio de adquisición de las compañías, pues determinar el valor justo de una compañía puede ser complicado. De hecho, es bastante habitual que las negociaciones de los procesos de M&A requieran de varias sesiones en las que las partes discutan sobre las valoraciones, los ajustes y demás variables que pueden afectar al precio de la operación.
¿Y los potenciales vendedores, qué obstáculos encuentran?
Principalmente son obtener un precio favorable, los tiempos de la operación y firmar unos documentos que resulten adecuados.
Como comentaba para el caso de los inversores, la valoración de la compañía en cuestión suele suponer gran parte de la negociación en estos procesos, lo que entra en colisión con el elemento de los tiempos de la operación que se puedan manejar inicialmente. La necesidad de que se produzca un cierre de la operación en el corto plazo por motivos estratégicos o financieros puede dar lugar a que se concedan determinadas exigencias de las partes como puede ser un precio mayor, o un mayor o menor número de garantías del pago del mismo en función del caso concreto.
En cuanto a la adecuación de los documentos, es importante contar en este tipo de procesos con abogados cualificados y que tengan una experiencia suficiente en la materia, pues los contratos de compraventa de empresas habitualmente son documentos complejos que incluyen términos y estructuras que no aparecen en otro tipo de relaciones contractuales ni en la legislación española.
«En la compraventa de empresas, es importante contar con abogados cualificados y con experiencia en la materia»
¿En qué consisten los procesos de due-diligence en las operaciones de M&A?
Son procesos de auditoría legal mediante los que se analizan todos los aspectos legales de una empresa objetivo con el fin de detectar contingencias que puedan suponer riesgos para el inversor. Esto permite al inversor cuantificar las contingencias y proteger su inversión mediante la deducción del precio inicialmente ofrecido al vendedor, la retención de parte del mismo o la fijación de un régimen de responsabilidad que, previa renuncia de las partes al del Código Civil, resulta siempre más atractivo puesto que permite establecer límites temporales, de cuantía (cap), cláusulas de minimis y de franquicia (basket).
¿Qué son las cláusulas de minimis y basket?
Ambas son cláusulas habituales en los contratos de compraventa de empresas y su función es limitar la responsabilidad del vendedor. Por lo general, permiten que el vendedor asuma una responsabilidad más contenida respecto a las contingencias detectadas, pero siempre dependerá de los importes o cuantías a los que ambas se relacionen.
En concreto, las de minimis pretenden establecer un importe mínimo a partir del cual el daño se considerará indemnizable por el vendedor. Lo que consiguen es que, por ejemplo, el comprador no pueda reclamar al vendedor daños que no alcancen una determinada cuantía.
Por su parte, las cláusulas de franquicia o basket lo que buscan es establecer un importe mínimo que ha de ser alcanzado, de forma conjunta o individualmente si se diera el caso, por los daños sufridos por el comprador para determinar a partir de qué importe el vendedor debe responder por ellos y en qué términos lo hará.
¿Existe alguna alternativa a la asunción de responsabilidad por parte del vendedor?
Así es. Cada vez es más habitual la presencia de los seguros de W&I en las operaciones de compraventa de empresas.
Se trata de seguros que cubren daños generados al comprador como consecuencia del incumplimiento de las manifestaciones y garantías sobre la situación financiera y legal de la empresa otorgadas por el vendedor en el contrato de compraventa. Lo que suponen es que el comprador reclamará el daño a la aseguradora en lugar de al comprador.
«De cara a 2024, la estabilización de los tipos de interés favorecerá la aparición de apetito inversor»
¿Qué expectativas hay para este final de año y para el próximo 2024?
Tras registrar, entre enero y junio del 2023, los peores números desde la pandemia en cuanto a volumen de operaciones, el sector está empezando a levantar cabeza. A pesar de que la incertidumbre por la Guerra de Ucrania continuará teniendo influencia, lo cierto es que la estabilización de los tipos de interés favorecerá la aparición de apetito inversor.
Sin duda, sectores como el de la tecnología, energía y telecomunicaciones continuarán siendo los que más movimiento tengan, pero estamos viendo en el despacho cómo surgen operaciones de inversión en compañías de otros sectores como el manufacturero o incluso el sector servicios.
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