Lewandowski se vistió de héroe en una remontada agónica del Barça ante el Celta. El conjunto azulgrana, que perdía 0-2 en el minuto 80, consiguió darle la vuelta al marcador en apenas seis minutos para llevarse los tres puntos ante los vigueses.

El conjunto de Rafa Benítez puso tierra de por medio con dos goles obra de Larsen y Douvikas. Sin embargo, un doblete de Lewandowski y un tanto de Cancelo en el minuto 89 provocaron el éxtasis en Montjuic

El Barça no entró bien al partido. Dominó el balón durante los primeros compases ante un Celta de Vigo parapetado en su área con una defensa de tres centrales y en busca de cazar un contragolpe. Sin embargo, ese dominio no se transformó en ocasiones de gol.

[El Barça hace oficial la renovación de Xavi Hernández hasta 2025]

Poco a poco, los de Rafa Benítez comenzaron a soltarse y en el minuto 17 dieron el primer aviso al Barça. Iago Aspas recibió un balón en el pico del área e intentó sorprender a Ter Stegen con un disparo colocado al palo largo. El guardameta alemán, bien colocado, solventó el peligro con una buena intervención y desvió el esférico a saque de esquina.

Ter Stegen salvó a los suyos una vez, pero en el segundo tanto del Celta llegó el 0-1. Koundé llegó tarde a una disputa con Luca de la Torre que envió el balón a un Larsen que se quedó mano a mano ante el portero azulgrana. Definió con clase, con un disparo ajustado con el interior del pie derecho. El Celta daba la sorpresa y se adelantaba en Montjuic en el minuto 19.

Joao Félix hizo pensar en una tímida reacción del Barcelona con un disparo desde el interior del área que se marchó alto. Pero fue la única acción de peligro de los azulgrana en la primera parte. El Celta siguió a lo suyo, buscando transiciones que hicieran daño a la zaga del Barça. Y en el minuto 40 tuvo una doble ocasión clarísima que pudo poner tierra de por medio. Un centro de Mingueza a la cabeza de Larsen que sacó Ter Stegen con una mano prodigiosa. El rechace le cayó a De la Torre que, con todo a favor, mandó el balón por encima del larguero.

Xavi necesitaba reaccionar. Benítez le había ganado la partida en la primera parte logrando marcharse con ventaja al descanso. El técnico azulgrana dio entrada a Araujo y Lamine Yamal en detrimento de Romeu y Marcos Alonso en busca de abrir el campo y abrir la correosa zaga rival.


Larsen lucha un balón con Christensen

EFE

Los cambios fueron muy ofensivos y dejaron desprotegido a un Barça que sufrió mucho con los contraataques del Celta durante los primeros compases. Los de Rafa Benítez conocían su plan y lo ejecutaron a la perfección. Sin embargo, fallaron en la toma de decisiones. Tuvieron situaciones de hacer el 0-2, pero los fallos en el último pase y alguna gran acción defensiva culé dejó el partido con 0-1.

El Barcelona apenas se acercó durante los primeros veinte minutos de la segunda mitad, pero Ferran Torres tuvo en sus botas una ocasión inmejorable. Un error de Ristic permitió a los de Xavi formar una gran transición que acabó con un mano a mano de Ferran ante Iván Villar. El valenciano, con todo a favor y todo el tiempo del mundo para pensar, cruzó demasiado su disparo y el balón se marchó rozando el poste.

Remontada agónica

El Celta, que avisó en varias ocasiones, acabó poniendo el 0-2 en el marcador. Lo hizo en una acción colectiva magnífica al contragolpe que acabó con una definición de Douvikas engañando a Ter Stegen y dejando al Barça al borde del abismo.

Llegó el minuto 80 y los vigueses vencían 0-2. Fue allí cuando, en apenas seis minutos, el Barcelona dio la vuelta al partido. Lo hizo guiado por un Lewandowski que tiró del equipo cuando más lo necesitaba. El polaco recortó distancias con una definición magistral con el exterior ante la salida de Iván Villar. Cuatro minutos más tarde puso la igualada tras rematar al fondo de la red desde el punto de penalti un buen pase de Cancelo. 

El portugués, que no firmó un partido espléndido, fue el encargado de provocar el éxtasis en la afición culé. Lo hizo en el minuto 89 tras rematar un envío al segundo palo de Gavi. Un tanto que completó seis minutos mágicos y que dio al Barça los tres puntos y el liderato provisional.