23/09/2023 a las 17:32

CEST


Si esta molesta suciedad pasa demasiado tiempo sobre el vehículo, puede llegar a dañar la pintura

Dejar los coches aparcados en la calle es una práctica muy común en toda España, y eso puede traer problemas. Más concretamente desde el cielo, porque con los cambios de tiempo la presencia de palomas y otras especies de pájaros proliferan, especialmente en los grandes núcleos urbanos. Y sus excrementos pueden ser muy perjudiciales para los automóviles que se encuentren estacionados en la vía pública.

Los excrementos de estas aves contienen ácidos, entre ellos el úrico, el fosfórico y el nítrico, lo que hace que las deposiciones de las palomas sean altamente corrosivas y erosivas. Esto, junto a la acción de los rayos solares, hace que sean extremadamente perjudiciales para la pintura de los coches, a la que «atacan» y deterioran rápidamente.

Además, también contienen partículas sólidas, por lo que hay que ser muy cuidadosos a la hora de eliminar los restos del coche para no dejar ningún arañazo, rayón o marca en el mismo. Por ello, se debe limpiar con productos concretos y siguiendo unos trucos que evitarán estos desperfectos y dejarán el automóvil como nuevo.

Lo primero que hay que hacer es humedecer los excrementos, ya sea con una botella de agua tibia o con un trapo mojado, ya que si se quitan en seco la pintura podría sufrir daños. Y si se mezcla con jabón de pH neutro, el resultado final será incluso mejor.

Además, es tremendamente importante no rascar las deposiciones, ya que si se hace con demasiada agresividad o de una sola pasada, se pueden quedar las marcas en la pintura y sería muy difícil eliminarlas por completo. Para ello lo ideal es intentar retirarlas con otra bayeta una vez estén humedecidas.