Nadie se imagina un baño hoy en día si su rollo de papel higiénico. Lleva demasiados años siendo un compañero irrenunciable para la higiene personal. Casi es como si fuera un elemento o un mueble más de los que lucen en todos los cuartos de baño del mundo.

El papel higiénico fue un invento universal. Una solución a una necesidad que es indiscutible. O al menos lo parece. Sin embargo, cada vez hay más gente que opta por decir adiós al papel higiénico y abrazar otra alternativa para la higiene de después de ir al retrete. Esto no quiere decir que el papel higiénico esté desapareciendo o tenga que erradicarse de los cuartos de baño, pues siempre va a ser necesario y tremendamente útil, aunque sea de forma accesoria. Sin embargo, sí que cada vez es más frecuente encontrarse con quien lo ha dejado a un lado como elemento diario.

Y la pregunta es clara: ¿por qué está pasando esto y cuándo resulta más recomendable no utilizarlo? Entre las razones, están las defendidas por el ecologismo. Los activistas del medio ambiente inciden en el impacto para la deforestación que tiene la producción de papel higiénico, sobre todo el muy suave y especialmente acolchado, en cuya fabricación el reciclaje de papel no puede estar tan presente.

De hecho, el papel higiénico se fabrica con celulosa y papel reciclado. Pero si la gente lo adquiere en su formato extrablando, se necesita un mayor porcentaje de fibra vegetal nueva, que proviene, como ya es conocido, de la tala de árboles. Es por eso que los ecologistas piden decir adiós o al menos reducir el papel higiénico y, si se puede, optar por las variantes que cuenten con mayor parte de papel reciclado en su producción.

Pero existe otro motivo más allá del medio ambiente y tiene que ver, precisamente, con la principal finalidad de este elemento: la higiene. Ocurre lo siguiente. Cuando se realiza una deposición, la limpieza de la parte del cuerpo afectada únicamente con papel no garantiza una higiene perfecta. La única forma de eliminar bien cualquier residuo es con agua y un jabón íntimo suave. Solo de esta manera se garantiza una profunda limpieza del ano y sus alrededores, evitando irritaciones y otras lesiones, así como, de paso, manteniendo más a raya a gérmenes y bacterias. Se trata de una recomendación sanitaria.

Evidentemente, no es algo que se pueda realizar siempre y en todas las instalaciones a las que haya que acudir en caso de necesidad, pero sí en el baño de casa, que es, sin lugar a dudas, el preferido por todos para hacer de vientre. Asimismo, no siempre se tiene tiempo para ello.

Es por estas razones, por una creciente concienciación con el planeta y una recomendación sanitaria de mayor higiene, que hay quienes están diciendo adiós al papel higiénico para, en la medida de lo posible, reducir su uso y optar por una alternativa más recomendable. Eso sí, que nadie piense que el papel higiénico desaparecerá de los baños por arte de magia: es un invento al que aún le queda un largo recorrido. De hecho, España viene liderando el gasto en papel higiénico, y no olvidemos la psicosis generada por el confinamiento de la pandemia de coronavirus, que acabó con los supermercados sin rollos de papel higiénico.