Una nueva especie invasora, esta vez un alga procedente del Golfo de México, está empezando a ocupar los ecosistemas del Mediterráneo español y causa daños tanto en el fondo del mar como en los cascos de las embarcaciones fondeadas en los lugares afectados. Se trata de una especie del género Batophora que fue detectada por primera vez en el Mar Menor (Murcia) en 2018 y posteriormente localizada en s’Estany des Peix (Formentera, Baleares), donde progresivamente ha ido ocupando cada vez más espacio del fondo.
S’Estany des Peix es una pequeña laguna de agua marina, conectada al mar a través de una estrecha abertura, de modo que recuerda, a escala reducida, a la configuración del Mar Menor. Según publica Diario de Ibiza, del grupo Prensa Ibérica, numerosas embarcaciones recreativas que suelen fondear en esta laguna están viendo cómo la parte sumergida de sus cascos quedan recubiertos por esta alga, lo que obliga a costosos trabajos de mantenimiento.
El alga Batophora “ocupa ya buena parte del fondo, que está cubierto como si fuera una capa de césped, y si no has dado al casco una buena capa de antiadherente, se cubre por completo y también se apodera de los cabos de los amarres”, señala uno de los afectados a Diario de Ibiza.
Esta especie, originaria del Mar Caribe y el Golfo de México, puede haber llegado a Formentera mediante su transporte involuntario a través de un barco, adherida al casco o a las hélices, como sucede con otras especies invasoras. Inicialmente, ocupaba un reducido espacio de esta laguna marina, pero en los últimos meses se ha ido apreciando una extensión rápida y generalizada por todo su fondo, lo que hace temer graves consecuencias sobre este ecosistema, incluido en el Parque Natural de ses Salines de Ibiza y Formentera.
Daños sobre la biodiversidad
Enric Ballesteros, del departamento de Ecología Marina del CSIC, ha estudiado esta alga y, en declaraciones a Ràdio Illa, de Formentera, ha declarado que la Batophora puede poner en peligro un alga autóctona, predominante en s’Estany des Peix, como es la Caulerpa prolifera. “Probablemente, la recubrirá absolutamente”, provocándole la muerte y ocasionando un “cambio total” de esta laguna. Pero, en general, resultarán afectadas “todas las especies que vivan a poca profundidad”, añadió.
Por su parte, el profesor del departamento de Geografía de la Universitat de les Illes Balears Guillem Xavier Pons ha declarado que la especie, todavía muy rara en el Mediterráneo, “no se puede considerar aún invasora, ya que no aparece en la lista oficial de especies invasoras” del Ministerio de Transición Ecológica, si bien está previsto realizar la propuesta formal en este sentido.
Sobre los eventuales efectos nocivos que puede ocasionar la Batophora en los lugares que coloniza, Pons indicó que “se están estudiando, pero de momento está colapsando otras especies porque está creciendo cerca de ellas y les está quitando nutrientes y entra en competencia por la luz”.
Al parecer, el calentamiento progresivo de las aguas del Mediterráneo, sobre todo en lagunas y costas de poca profundidad, hace que estos enclaves se parezcan cada vez más a las aguas tropicales de las que proceden, lo que podría ser presagio de una rápida expansión.
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