El presidente de Enagás, Antoni Llardén, considera que el modelo energético español «le ha dado al país seguridad de suministro a España que otros no han tenido». Lo ha explicado este viernes en la presentación de ‘activos’ en el Hostal La Gavina de S’Agaró en Girona. «España ha exportado electricidad y gas y en los momentos oportunos han garantizado la seguridad de suministro a países como Francia, Portugal o Italia».
En una conversación a modo de debate con el director de Información Económica de Prensa Ibérica, Martí Saballs, Llardén ha repasado la situación energética desde que Rusia invadió Ucrania. «Fue muy grave, por la extraordinaria dependencia que Europa tenía del gas ruso», ha recordado. En este sentido, ha destacado que la Unión haya apostado por implementar una política energética común. Porque antes de la guerra, «todos los países tenían una matriz energética con poco en común». Así, «ante una situación de crisis, el sector energético europeo no existía», ha manifestado.
«En estos momentos la situación está más controlada. Tenemos los depósitos llenos de gas en casi toda Europa»
El gas ruso llegaba a ser un 45% del total que se consumía en Europa, y en algunos países superaba el 80%, y hasta llegaba al 100%. «Esto hizo explotar los precios», ha sentenciado. Si antes de la guerra en Estados Unidos los precios estaban a 15 euros por megavatio/hora, en Europa a 25 y en el Próximo Oriente a 35, después de la invasión Estados Unidos pasó a tenerlos a 30, Europa a 300 y Oriente a 150. «Unos precios fuera de lugar». Pero «en estos momentos la situación está más controlada. Tenemos los depósitos llenos de gas en casi toda Europa», ha celebrado. Cuando empezó la guerra estaban en un 29%, ahora al 94%. España ya los tiene al 100%.
Llardén considera que cuando estalló la guerra «España estaba mucho más preparada que otros países». Y actualmente cuenta con un modelo energético «razonablemente bueno», con «bastantes» energías renovables, sin quemar prácticamente carbón ni petróleo, y con «una buena red de gas, pero que actúa como el último recurso». Así, se ha mostrado «prudentemente optimista» en cuanto a la evolución de los costes energéticos a medio plazo. El España actualmente a 38 euros por megavatio hora y tiene el suministro garantizado «para mes o mes y medio». Si la guerra acabara, «los precios bajarían inmediatamente», ha confirmado.
En último lugar, ha hablado de la necesaria descarbonización, para la que «no hay una solución única, sino una suma de soluciones». Y ha situado el debate en el uso de la electricidad nuclear. «Hay que ver si se puede considerar útil para fabricar el hidrógeno verde». Porque no es una energía renovable, «pero es probablemente una electricidad descarbonizada». Y ha concluido que el hidrógeno verde ayudará a sustituir el carbón, el petróleo y en última instancia el gas, «pero sin eliminarlos al 100%.