La urbanización Xeresa del Monte, que sigue construyéndose en los terrenos del antiguo Cámping Caudeli, junto a la carretera A38 y la autopista AP7, con vistas al marjal y al mar, tiene acabadas un centenar de viviendas. Esto supone casi un tercio de las 390 que se proyectaron en su día para este sector, un objetivo que sigue manteniendo la actual promotora, el Grupo ASA. Fue en 2014 cuando la compañía ilicitana tomó las riendas de este residencial, que ha pasado por numerosas vicisitudes desde que empezara a levantarse hace 20 años.

Este octubre entrarán a vivir más propietarios, pertenecientes a las 16 viviendas acabadas en la segunda fase. Estos se unirán a los que ya residen desde la primera, con 86 viviendas. La mayoría son extranjeros que le dan a la vivienda un uso temporal o vacacional; holandeses, suecos, belgas, polacos, rusos… También hay otros propietarios que los alquilan como apartamentos turísticos.  

Se trata de apartamentos de gama alta, ya que los precios rondan los 360.000 euros (precio sin IVA ni gastos de escritura o notaría), con garaje, trastero y algunos electrodomésticos incluidos.  

La primera fase, con las citadas 86 viviendas ya vendidas, se dio por finalizada en agosto de 2022. La segunda consta de 115 viviendas, de las que hay acabadas 16, y además hay ocho apartamentos en construcción, apunto de finalizar. El resto entraría en la tercera fase hasta llegar al máximo de 390 que permite el planeamiento urbanístico. 

Desde el Grupo ASA no se aventuran a dar una fecha de finalización de toda la urbanización, y menos ahora que entramos en otra época de estancamiento y turbulencias en el sector inmobiliario, tras la impactante subida de tipos del BCE, pero aseguran que siguen trabajando con la expectativa de culminar lo que queda, y avanzarán según demande el mercado. Hace unas semanas se quitaron las grúas de los bloques terminados, por lo que el complejo tiene menos impacto visual.

La urbanización cuenta con piscinas, gimnasio y club social. Levante-EMV


La promotora asegura que las estructuras cuentan con un mantenimiento técnico periódico y hay vigilancia privada permanente. Allí mismo hay una caseta informativa para atender a los potenciales compradores interesados. Desde la promotora tampoco tienen queja de los espacios que en su día fueron recepcionados por parte del ayuntamiento, las zonas verdes y los tres principales viales, así como de su limpieza y vigilancia. 

Por lo que respecta al ayuntamiento la actual alcaldesa de Xeresa, Anabel Peiró, como ya venía haciendo su predecesor, Tomàs Ferrandis, sigue atendiendo las necesidades de esta parte del pueblo. No en vano, en caso de que se complete todo este sector, llegarían un millar de vecinos, que también demandarán infraestructuras y servicios.

Las grúas de los bloques terminados ya se quitaron, y disminuyó el impacto visual. Levante-EMV


El ayuntamiento tiene redactado un proyecto para mejorar el acceso, lo que era la antigua salida a la N-332, con carril bici, iluminación y reasfaltado. Se presentó a los fondos europeos y fue denegado, pero el Gobierno local lo intentará por otras vías. «También procurarmos que los residentes se integren en la vida cotidiana del pueblo, les informamos de los actos culturales y festivos, y hemos organizado cursos de español y de valenciano para extranjeros», comenta la alcaldesa.  

La zona se catalogó como urbanizable en el PGOU del año 1998. La superficie es de casi 200.000 m2, con una parcela de suelo recreativo de 2.206 m2, y otra dotacional de 8.800 m2. 

Cuatro años parada

Xeresa del Monte nació con un concepto diferente. En sus orígenes se llamó Balcón al Mar, y se pretendía hacer una «Ciudad Senior» para parejas mayores de países centroeuropeos, con golf e incluso una residencia. En 2003 empezaron a excavarse los viales. 

El proyecto lo gestó un fondo de inversión propiedad al 50% de un banco holandés. Pero llegó la crisis y esos planes se truncaron. Estuvo parada entre los años 2011 y 2014. La promoción la compró ASA, cosa que permitió retomar las obras. Cuenta con tres piscinas, un club social y un gimnasio, todo en funcionamiento. A finales de 2018 se creó una comunidad de propietarios.