La inusitada escalada del interés que paga el Estado por las letras del Tesoro en el último año ha provocado que las familias hayan pasado a destinar a estos títulos de deuda pública a corto plazo 18.523 millones de euros al cierre de julio, según ha publicado este viernes el Banco de España. Se trata de la cifra más alta desde que arrancó la estadística en 2002, compara con los apenas 25 millones del mismo mes de 2022, y supone un incremento de 1.914 millones de euros y un 11,5% respecto a junio. Por primera vez desde enero, así, el ritmo de aumento intermensual de las letras en manos de las familias se ha acelerado.
Detrás de todo ello están las decisiones que ha tomado el Banco Central Europeo (BCE) para tratar de pinchar la espiral inflacionista. La autoridad monetaria de la zona euro ha subido su tipo de interés principal del 0% al 4,5% desde julio de 2022, mientras que la facilidad de depósito -el interés con que remunera el dinero que guarda a los bancos, el más relevante en el actual contexto- ha pasado del -0,5% (les devolvía menos de lo que les guardaba) al 4%. Ello ha disparado el interés de las letras: en las subastas de julio del año pasado, el Tesoro se comprometió a pagar entre el -0,198% a tres meses y el 0,702% a un año, mientras que en las mismas colocaciones del pasado julio los tipos fueron de entre el 3,531% y el 3,804%.
Al incremento de la inversión de los hogares en letras también ha contribuido la resistencia de los bancos a elevar la remuneración de los depósitos a plazo a pesar del alza de los tipos oficiales. El interés medio de los nuevos depósitos, así, ha pasado del 0,15% de julio de 2022 al 2,33% del pasado julio, un nivel todavía notablemente inferior al de las letras y también al medio de la zona euro (2,83%). Además, el 90,5% del dinero de los particulares depositado en los bancos está en cuentas corrientes remuneradas al 0,12%. Ello ha contribuido a que, si bien el ahorro en depósitos a plazo ha aumentado (en 27.044 millones y un 40% respecto a julio del año pasado, hasta los 93.504 millones), el saldo total de las familias en la banca -cuentas más depósitos- se haya reducido en 11.400 millones y un 1,1%, hasta los 988.457 millones.
Los mayores acreedores
Todo ello ha provocado que los hogares pasasen en mayo a ser el primer poseedor español de letras del Tesoro por delante de los bancos por primera vez desde que hay datos, con una ventaja que se ha ido ampliando. Así, las familias tenían en julio el 26,08% de los 71.018 millones de euros de estos títulos en circulación, cuando un año antes apenas poseían el 0,03%. Se sitúan por delante de bancos (15,07%), empresas (9,1%), fondos de inversión (7,5%), administraciones públicas (4,8%), aseguradoras (3,4%), fondos de pensiones (1,9%) y el Banco de España (0,4%). Solo les superan el conjunto de los propietarios extranjeros, que en cualquier caso están reduciendo su inversión (en un 55,5%, hasta los 23.675) y por lo tanto su peso (del 60,9% de junio de 2022 al 30,1%).
Las últimas subastas de letras están apuntando a una estabilización tanto de los intereses pagados como de la demanda de este tipo de títulos, en consonancia con el tramo final de las subidas de tipos del BCE. El Estado, en cualquier caso, sigue pagando un interés elevado por colocar su deuda. El tipo de los títulos de las subastas que el Tesoro realizó en agosto se mueve en torno a los niveles más altos desde julio de 2012, en plena crisis de la deuda de la zona euro y cuando España estuvo a punto de ser rescatada por la UE. Al contrario que entonces, eso sí, no es una subida particular del país. Los intereses que pagan todos los países europeos han experimentado ascensos a medida que el BCE iba subiendo los tipos.
En cuanto a la deuda del Tesoro a plazos superiores a un año (como bonos y obligaciones), los hogares cerraron julio con 1.892 millones de euros invertidos en estos títulos, 949 millones y un 100% más que un año antes, pero 30 millones menos que en junio. La inversión en deuda de las comunidades autónomas también se ha incrementado en doce meses, pero es mucho más modesta: ha pasado de 52 a 71 millones de euros. Asimismo, el valor de la inversión de los particulares en las empresas del Ibex 35 aumentó en julio un 1,32% respecto a junio y un 20% frente a julio de 2022, hasta los 87.896 millones de euros. En los mismos plazos, el selectivo subió menos (0,5% y 18,2%), lo que implica que los ciudadanos han aumentado en su inversión en dichas compañías en 719 y 1.377 millones de euros, respectivamente.