Hace unos meses, un caso difícil de creer ocupó un espacio en los medios de comunicación de todo el mundo. Bella Montoya, una mujer de 76 años de Ecuador, estuvo ingresada en la UCI durante varios días hasta que los sanitarios la dieron por muerta tras sufrir una parada cardiorrespiratoria. Tras enterarse de la noticia, los familiares asistieron al velatorio cuando, para el asombro de los allí presentes, la mujer comenzó a dar muestras de vida.


Bella Montoya, una mujer de 76 años de Ecuador, golpeó el ataúd, para la sorpresa de los asistentes, para que se lo abrieran

Según explicaba su hijo, Montoya empezó a mover una mano, a abrir los ojos e intentaba respirar. La mujer había ‘revivido’ delante de sus familiares, por lo que fue trasladada de nuevo a la UCI. Poco después, los sanitarios confirmaron, esta vez de forma definitiva, su fallecimiento. El caso es difícil de creer, pero esta no fue la primera vez que ocurrió algo similar. Ni tampoco la última.

Este viernes ha saltado una noticia que guarda ciertas similitudes, con la diferencia de que, en esta ocasión, el caso ha ocurrido en nuestro país. Los sanitarios confirmaron el fallecimiento de una mujer de 90 años en el Hospital San Juan de Dios de Zaragoza. Tras intentar reanimarla sin éxito, los sanitarios comprobaron que la mujer no tenía pulso y certificaron su muerte.

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Tras comunicar su fallecimiento, como suele ser habitual, la mujer fue trasladada al tanatorio, donde comenzaron los preparativos para llevar a cabo el velatorio. Sin embargo, todo se detuvo cuando la persona encargada de hacer los preparativos se quedó atónita al comprobar que la mujer sí tenía pulso. Rápidamente, llamaron al servicio de emergencias para volver a trasladar a la mujer al hospital.

Un velatorio, en una foto de archivo

Un velatorio, en una foto de archivo

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Una vez en el hospital, los médicos determinaron que la mujer se encontraba en una situación de coma no reactivo. Tras intentar volver a salvar su vida, los sanitarios acabaron oficializando su muerte por segunda vez en menos de 24 horas. El caso, que parece propio de la ficción, está siendo investigado como una posible negligencia aunque, tal y como informa EFE, la Policía Nacional ha confirmado que no habrán responsabilidades penales en este suceso.