El sector socialista del Gobierno, a diferencia de Sumar, jugaba al despiste. Ninguno de los ministros más reputados del PSOE volvía al argumento respecto a que la amnistía no tiene cabida en nuestra Constitución, como decían de viva voz antes del 23-J, pero tampoco confirmaban públicamente que el asunto estuviera sobre la mesa de negociación con los independentistas. Pero vino el líder de ERC, Oriol Junqueras, a afirmar que sí, que la amnistía formaba parte del acuerdo para hacer a Francina Armengol presidenta del Congreso. Y luego fue el propio jefe del Ejecutivo, Pedro Sánchez, quien, desde Nueva York, le dio carta de naturaleza.
Dicha confesión, que no esperaban en el cuartel general de los populares, le ha llevado al líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, a cambiar el discurso que pronunciará el martes en la primera sesión del debate de investidura. «Ya no se trata de una mera especulación», como se replicaba desde las filas socialistas hasta hace apenas un día para apelar una y otra vez a la «discreción», recuerdan en la calle Génova.
En el equipo del líder popular creen que las palabras del inquilino de la Moncloa les dan una baza inestimable para dicho debate frente a Sánchez, por mucho que la investidura no salga adelante, pero que consideran ahora «más necesaria que nunca». En esos términos se expresó ayer Feijóo tras aprobar el Congreso un cambio histórico de Reglamento que permitirá el uso de las lenguas cooficiales de Cataluña, País Vasco y Galicia al mismo nivel que el castellano.
Uso de las lenguas cooficiales en el Congreso
Porque este es otro asunto sobre el que también incidirá el líder del PP en su intervención, lo que le ha llevado a incorporar más cambios en su texto. Y lo abordará tanto desde el punto de vista del fondo como de la forma. Porque al margen de los argumentos -compartidos hasta hace poco con el PSOE- respecto a la facilidad de usar en la Cámara Baja la lengua común de todos los españoles, estos días se ha asistido a la anomalía de permitir a los diputados una práctica antes incluso de ser votada por ellos mismos. Sin olvidar, además, la contratación de medios materiales y humanos no presupuestados e incumpliendo, presuntamente, la Ley de Contratos de las Administraciones públicas al trocear los mismos, de modo que no superasen los 15.000 euros.
Feijóo lleva tiempo preparando la intervención del martes junto a su directora de gabinete y ahora también diputada, Marta Varela, y sumando las aportaciones de su equipo. Es un trabajo en dos frentes dado que el domingo celebran su mitin contra la amnistía, que pretenden masivo y también muy focalizado en la figura del candidato a la presidencia del Gobierno. Finalmente, la dirección nacional ha rectificado para que tanto Isabel Díaz Ayuso como José Luis Martínez Almeida, en calidad de anfitriones, saluden a los asistentes, aunque la intención primera pasaba por limitar las intervenciones al propio Feijóo, además de a José María Aznar y Mariano Rajoy. Tras el saludo, la presidenta autonómica se sentará al lado del resto de los barones populares.
Los barones populares arroparán a su jefe de filas desde la tribuna de invitados del Congreso
El martes volverán a acompañar a su jefe de filas desde la tribuna de invitados del Congreso de los Diputados en una semana intensísima para Génova. En todo caso, la aritmética parlamentaria les ha congelado en los 172 escaños. Ni uno más. Insuficientes frente a los 178 del resto de grupos de la Cámara. La del miércoles y la del viernes serán dos votaciones miméticas salvo despiste de algún diputado, pero ni por esas logrará Feijóo tener más votos a favor que en contra, puesto que deberían equivocarse a su favor nada menos que cuatro señorías.
De nada ha servido la ronda de contactos que ha mantenido el líder del PP, previa a esa sesión de investidura, para ampliar el número de apoyos. Desde que le dijo «sí» al Rey ha mantenido conversaciones y encuentros con Sánchez además de con el presidente de Vox, Santiago Abascal; el presidente del PNV, Andoni Ortuzar y con el líder de UPN, Javier Esparza, según recordaa Génova ayer.
También ha hablado con los presidentes autonómicos de Andalucía, Juanma Moreno; Cantabria, María José Saénz de Buruaga; Murcia, Fernando López Miras; Comunidad Valenciana, Carlos Mazón; Canarias, Fernando Clavijo; Galicia, Alfonso Rueda; País Vasco, Iñigo Urkullu y Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, con quien puso punto y final a estos contactos la tarde de este jueves. Además, inauguró la semana con los presidentes de la CEOE y Cepyme, Antonio Garamendi y Gerardo Cuerva, respectivamente, y en días posteriores con los secretarios generales de UGT, Pepe Álvarez y de CC.OO, Unai Sordo.
De este modo, el candidato popular quería poner en valor su triunfo electoral el 23-J, pero por primera vez en democracia, contra la que ha sido una costumbre no escrita para el gobierno de la Nación y salvo la excepción de la moción de censura de 2018, no llegará a Moncloa el candidato más votado.