En el marco del Día Internacional sobre la Concientización de la Mordedura de Serpiente, el Archivo General de la Nación compartió un video de 1957 que muestra cómo se producía en aquel entonces el suero que actuaba de antídoto para los accidentes ofídicos. Lo sorprendente es que, más de 65 años después, el sistema de producción sigue siendo similar.

Lejos de lo que se pueda creer, las mordeduras de serpientes siguen ocurriendo con frecuencia en determinadas zonas de Sudamérica y Argentina no es la excepción.

Serpiente de cascabel. Foto: Gentileza

En cada área, hay mayor o menor presencia de ciertas especies y los antídoos para sus mordeduras deben ser específicos para cada una de ellas. En nuestro país, las que predominan son las Bothrops y las Crotalus, más conocida como serpiente de cascabel y que tiene alto grado de letalidad.

Cómo se produce el antídoto para el veneno de serpiente

En el video compartido el ANG, se observa cómo le extraen el veneno a una serpiente y se lo inyectan a un caballo. Sorprendentemente, aun hoy se sigue utilizando ese sistema para la producción del suero.

El único tratamiento autorizado por la Organización Mundial de la Salud es la aplicación del suero antiofídico. La producción se realiza en el Instituo Malbrán, que también se encarga de su distribución, garantizando que en todos los servicios públicos que lo amerite esté disponible el antídoto.

El proceso, tal como en aquel material audiovisual de 1957, comienza con la inmunización de grandes animales con dosis sucesivas y crecientes de veneno.

Durante ese período, el animal produce anticuerpos específicos, capaces de bloquear las toxinas del veneno y son esos anticuerpos los que constituyen la esencia del suero antiofídico. Los anticuerpos son extraídos de los animales inyectados, procesados y utilizados para desarrollar el suero.