Las expectativas económicas de España se sitúan por encima de la media de la Unión Europea (UE). El indicador se sitúa en agosto en la mejor cifra desde hace más de 10 meses (-6), según el Euro Clima de Consumo de GfK.

Nuestro país ocupa la cuarta posición entre los 29 países analizados en una Europa donde únicamente dos estados tienen valores positivos: Dinamarca (+3) y Grecia (+1). En cuanto a las grandes economías, todas muestran valores poco ilusionantes al cierre de agosto: Alemania (-6), Italia (-8), Francia (-11) y Reino Unido (-19). De ellos, este último es el único que mejora en relación con julio.

Como señalan, en junio ya auguraba una mejoría del indicador de expectativas económicas en nuestro país tras meses de fluctuaciones con la mayor subida del último semestre. Tras ello, los datos de julio colocaban el indicador por primera vez desde hacía mucho tiempo en positivo (+6) al crecer 14 puntos. Pero las dudas han vuelto a la mente de la población en agosto.

Puntualizan también que, a pesar de que el último mes España ha dejado atrás un valor tan esperanzador y de haber caído 12 puntos, el indicador se sitúa en agosto en la mejor cifra desde hace más de 10 meses (-6).

En cuanto a las expectativas de ingresos, España cierra agosto con su segundo mejor indicador del año. Las dudas respecto a la marcha de la economía del país también influyen en las expectativas de ingresos de los hogares en España. De hecho, ambos indicadores han mostrado el mismo comportamiento durante el verano. El índice de previsiones de ingresos cerró en julio en positivo (+6), tras 8 puntos de mejora, mientras que en agosto ha perdido 11 y ha terminado con -5.

Aun así, es el segundo mejor registro de los últimos diez meses y, de nuevo, está por encima del total de la UE (-13). En el ranking, España se coloca en la posición 14 de 29 países analizados. Hay que decir que únicamente 7 estados están en valores positivos en este indicador. Respecto a las potencias económicas de la región, tras España se sitúan Reino Unido (-6), Alemania (-12), Italia (-16) y Francia (-23).

Respecto a la disposición a comprar, España mejora lentamente, pero sin reactivar el gasto. Como se viene observando, la incertidumbre respecto a la marcha de la economía del país y de los ingresos de los hogares, impacta directamente en el consumo de las familias.

El indicador que mide la disposición a comprar mejora ligeramente un mes más en España y cierra agosto en -26, pero está en valores tan negativos que no implican una reactivación. Al contrario que los indicadores de expectativas económicas e ingresos, que han mostrado una fluctuación entre julio y agosto, el que analiza la previsión de gasto de las familias ha seguido su tendencia hacia la mejoría con una variación de 3 puntos desde junio.

España vuelve a situarse por encima de la media de la UE (-30) al cierre de agosto y se ubica en la posición 15 del ranking de los 29 países estudiados, donde únicamente hay tres con valores positivos: Hungría (+18), Serbia (+7) y Bulgaria (+6).

Entre las principales economías, Alemania (-17) e Italia (-18) mantienen la contención del gasto experimentada hasta la fecha, mientras que los datos de Reino Unido (-34) y Francia (-46) ahondan en su negativa a considerar grandes desembolsos entre la población.

«Una mejora del índice de expectativas de ingresos de los hogares es el paso previo a la reactivación del consumo. Incluso, se podría decir que permite estimar el comportamiento a corto plazo de las ventas. A pesar de la mejoría registrada en lo que va de año, los resultados de agosto no permiten afirmar que las familias volverán a su ritmo de consumo previo, ya que parten de unas expectativas extremadamente negativas, por lo que hoy sólo están normalizando la situación. Lo vemos como la aceptación de un entorno adverso», comenta el equipo encargado del estudio.

Añaden que «de todos los indicadores analizados en este estudio, el de disposición a comprar es quizás el que tiene mayor impacto entre empresas y entidades públicas. Entre las primeras porque de las ventas a la población depende su estabilidad y planes de crecimiento, y entre las segundas, porque de alguna forma indica si las políticas monetarias en marcha por organismos internacionales van por el camino previsto, que no es otro que el de recoger la liquidez del sistema para reducir la inflación hasta el objetivo del 2%», explican desde GfK.