A Antoine Dupont le han partido la cara. Literalmente. El medio melé sufre una fractura maxilocigomática tras sufrir un golpe en la cara en el minuto 46 del partido entre Francia y Namibia, en un choque con el pilar namibio Johan Deysel. Se le han hecho varias pruebas y se “ha solicitado opinión quirúrgica para definir la duración de la baja y la necesidad de intervención”. En un primer momento se habla de una ausencia hasta las semifinales del Mundial, allá por el 21 y 22 de octubre. Siempre y cuando el XV del gallo llegase vivo a esas alturas de la competición, que teniendo en cuenta que se cruzarán con Irlanda o Sudáfrica en cuartos, se antoja una empresa complicada con Dupont, así que imaginemos sin el 9 francés.

La polémica señala a Galthie

La polémica se ha centrando en por qué el seleccionador francés, Fabien Galthie, alineó a su estrella y jugador franquicia en un partido ante el rival más débil del Mundial. Solo hay que atender al (96-0) final del marcador, que además de la victoria más amplia de Francia en los mundiales, para descubrir la diferencia entre los galos y los africanos.

Antoine Dupont, medio melé de Francia, lesionado ante Namibia. CHRISTOPHE SIMON


¿Debió reservar Galthie a Dupont? Partamos de la premisa de que nadie conoce mejor que Galthie el funcionamiento de su equipo. El seleccionador tiene un plan para ganar ‘su’ Mundial que lleva años implementando. Y que Dupont y otros titulares jugasen ese partido es parte de ese plan. Pocas cosas se pueden reprochar a un Galthie que ha convertido a la efervescente Francia en seria candidata al título.

¿Es un riesgo? Evidentemente lo es. Porque el rugby, además, es un deporte de contacto con más accidentalidad que otros. Y además Dupont, particularmente, es un jugador con enorme presencia en el juego de ataque de los suyos con el riesgo que eso conlleva. Recuerda a aquel Wilkinson que coleccionaba lesiones por su inopinada afición a placar delanteros rivales. Sin embargo, nada asegura que lo que le ocurrió ante Namibia no le fuese a pasar en un entrenamiento, como le ocurrió a Carter en 2011 en el Mundial de Nueva Zelanda, o más recientemente a su compañero Danty en un entreno con su selección. O que se le hubiera caído un bote de colonia

Una de las variables intrínsecas del rugby son las lesiones, y reservar a un jugador nunca ha sido una solución infalible. La lesión llega cuando toca independientemente del contexto. Lo de Dupont fue mala suerte y ahora Francia tendrá que solventar su ausencia con lo que tiene. Cierto es que nadie condiciona más el juego de su selección que él, quizás solo comparable a Jonny Sexton en Irlanda. Pero los Mundiales de rugby están llenos de héroes inesperados.

Pero en este nuevo rugby de doble videoarbitraje, melés que no se empujan y placajes arriba, parece que la última moda es reservar jugadores para otros partidos. Es curioso ver cómo muchos han atacado a Andy Farrell, el seleccionador de Irlanda por poner en su primer partido a su equipo titular ante Rumanía, la cenicienta del grupo. Que si el desgaste, que si la falta de previsión, que si el riesgo… Me pregunto qué pensarían esos mismos si Farrell hubiese sacado a la unidad B irlandesa y en lugar de jugar con Rumanía (que se clasificó por la eliminación de España) hubiesen estado enfrente los Leones. Entonces esos que le han criticado por “poner a los buenos” habrían ‘rajado’ de Farrell por “menospreciar a España”, “por no tomarse en serio el partido”, “por tratar un partido del Mundial como una pachanga”… Seamos serios.

Al medio melé de Francia le han partido la cara por hacer lo que tiene que hacer, que es jugar al rugby. Un deporte de contacto en el que las lesiones, como el valor en la mili, se presuponen. Así que decídanse, ¿soplamos o sorbemos? Porque las dos cosas a la vez son imposibles y alguno se nos ahoga por el camino. Y eso sí que sería que sería un riesgo innecesario.