La Reserva Federal incluyó una nueva subida de tipos para lo que resta de año en las previsiones actualizadas que publicó este miércoles, tras un cónclave monetario que dejó las tasas sin cambios, y este viernes dos de sus integrantes, Michelle Bowman y Susan Collins, han abierto la puerta a ese alza.
Bowman, miembro de la Junta de Gobernadores de la Fed, ha asegurado que ve «probable» que el banco central «aumente aún más los tipos y los mantenga en un nivel restrictivo durante algún tiempo para que la inflación regrese a nuestra meta del 2% de manera oportuna».
Sobre la inflación, ha asegurado que sigue siendo «demasiado alta», y que ve «un riesgo continuo de que los precios de la energía puedan aumentar aún más y revertir parte del progreso» visto en materia de inflación en los últimos meses.
Al mismo tiempo, ha asegurado que «la economía se ha mantenido fuerte a medida que el FOMC ha endurecido la política monetaria», con un PIB que «ha estado creciendo a un ritmo sólido», mientras que en la esfera laboral, «el informe de empleo más reciente mostró un mercado laboral con sólidas ganancias laborales».
«Dadas las dispares publicaciones de datos (datos de gasto sólidos, pero una disminución de la inflación y revisiones a la baja de los empleos creados en meses anteriores), apoyé la decisión del FOMC de mantener el rango objetivo para la tasa de fondos federales. Pero sigo esperando que probablemente sean necesarias nuevas subidas de tipos«, ha destacado.
Por su parte, Collins, titular de la Fed de Boston, también ha apoyado «plenamente» la decisión de mantener los tipos en el nivel actual, (5,25-5,5%), y ha adelantado que «las tasas tendrán que mantenerse más altas y durante más tiempo que lo habían sugerido las proyecciones anteriores, y ciertamente no está descartado un mayor ajuste».
«Hay algunas señales prometedoras de que la inflación se está moderando y la economía se está reequilibrando. Pero el progreso no ha sido lineal y no se distribuye uniformemente entre los sectores», ha asegurado.