Entre los pasos esenciales de una rutina de belleza, lavarse el pelo ocupa sin duda el primer lugar de la lista. Es un paso esencial, aunque la frecuencia varía de una persona a otra. Según el tipo y las características de tu cabello, puedes lavarlo una, dos o tres veces por semana. Algunas personas optan incluso por un champú diario.
Es innegable que, además de la frecuencia, es fundamental prestar atención a cómo tratas tu cabello y tu cuero cabelludo. Aunque pueda parecer una tarea básica, no todo el mundo sabe lavarse bien con champú. Algunos se limitan a eliminar la suciedad y la grasa de forma superficial, sin cuidar todas las zonas, mientras que otros no utilizan los productos adecuados para su tipo de cabello.
Afortunadamente, como en todas las cosas, existen remedios naturales para resolver muchos problemas del cuidado del cabello. Un simple ingrediente, combinado con tu champú habitual, puede hacer que tu pelo luzca inmediatamente más sano y brillante.
Los amantes de los «remedios de la abuela» saben que la naturaleza está llena de productos que pueden ser aliados inestimables. Ya sea para la limpieza del hogar o para la higiene personal. Es el caso de un ingrediente (100% natural) que también es excelente para lavar y nutrir el cabello: si lo añades a tu champú, obtendrás resultados sorprendentes.
Hablamos de la sal gorda, uno de los ‘comodines’ infalibles de nuestros armarios. Además de ser uno de los condimentos más sabrosos para usar en la cocina, la sal tiene varios usos alternativos, y uno de ellos tiene que ver con el champú. Es un producto totalmente natural y, lo que no es menos importante, decididamente económico: con sólo un toque, puedes decir adiós al pelo graso y purificar tu cuero cabelludo.
¿Cómo se hace? Añade dos o tres cucharadas de sal (preferiblemente sal gorda) a tu champú y agita el frasco antes de usarlo: se produce la magia. El ingrediente «secreto» ayudará a absorber el exceso de sebo más rápida y profundamente, pero eso no es todo. Utilizado antes del champú (como un exfoliante), se convierte en un remedio muy eficaz para combatir y prevenir la caspa. Los resultados son visibles al cabo de unas semanas.
Este es el champú que debes usar según tu tipo de cabello
Es mundialmente conocido que según el tipo de cabello que tengas debes usar un tipo de champú u otro. De esta manera, conseguirás estirar al máximo la limpieza o lidiar en el día a día con las características del mismo, que pueden ser un verdadero problema.
Pelo graso
Un tipo de cabello muy habitual es el graso. Este tipo de pelo suele durar menos tiempo limpio que el seco y en muchas ocasiones nos vemos obligados a lavarlo con más frecuencia para mantener el brillo adecuado. No obstante, pasarlo por agua muy a menudo también es un problema.
La mejor solución es usar el champú adecuado. En los supermercados encontrarás gran variedad de marcas que prometen mantener el cabello graso a raya. Lo que debes tener en cuenta a la hora de comprar uno es que no lleve aceites ni siliconas y termine con el problema de raíz. Ya que es frecuente tener la raíz demasiado grasa y las puntas muy secas, lo suyo es encontrar un champú que acabe al mismo tiempo con estos dos problemas.
Los ingredientes que suelen llevar este tipo de champús son los siguientes: espirulina, carbón, menta, tomillo, pomelo, cedro, lavanda, arcilla o limón, aunque puede haber muchos más.
Pelo seco
También es habitual las quejas de aquellos que tienen el pelo excesivamente seco, sobre todo cuando llega el verano. El sol y el agua de las piscinas o el mar no ayudan al cuidado de este tipo de cabello. El uso de la plancha o el secador también contribuyen a que se seque aún más.
En este caso, debemos buscar un champú nutritivo que contenga aceites, especialmente de oliva, aunque también se usa a menudo el de argán. Además puede llevar aguacate, extracto de limón, manteca de karité, aloe vera, macadamia y almendra, entre otro muchos.
Cabellos teñidos
Ya sea porque tienes canas o porque quieres cambiar de look, es posible que hayas teñido tu pelo en varias ocasiones. Para mantenerlo lo mejor posible y no perder el color y el brillo también es muy importante que elijas bien el tipo de champú a usar.
Aquí hay una norma que no te debes saltar: evitar los champús con sulfatos. Los sulfatos son componentes presentes en los champús que solemos utilizar que arrastran las partículas de color y dejan el pelo opaco y sin vida.
Además, los champús para cabellos teñidos pueden llevar otros componentes como albaricoque, naranja, arándano o aceite de argán.