Muchos de los lectores seguramente han atravesado la diminuta puerta que marcaba la entrada a las tiendas destinadas a los más jóvenes. Era una manera de dar la bienvenida a los protagonistas principales de dichas tiendas. Y, después de todo, ¿qué sería de una tienda de juguetes sin niños?

Sin embargo, este icónico gesto de bienvenida, que ha sido parte de la infancia de muchos, ya no será posible, al menos en el caso de Imaginarium. La cadena aragonesa ha cerrado las puertas de su tienda original en Zaragoza, el lugar donde nació. Este cierre podría ser un indicio de lo que podría suceder con sus otros establecimientos.

El pasado viernes marcó el cierre definitivo de la última tienda de Imaginarium en su ciudad natal. Este acontecimiento es sumamente simbólico, ya que, a pesar de que la cadena continúa operando en otros lugares de España, no pudo mantener abierta la tienda que marcó su lugar de origen.

Muchas personas, seguramente, han atravesado la diminuta puerta que marcaba la entrada a las tiendas destinadas a los más jóvenes

Este no es un fenómeno nuevo, ya que durante años, la cadena, que solía tener presencia en la mayoría de los centros comerciales y locales céntricos de las ciudades, ha ido desapareciendo gradualmente.

Pequeño jugando en la característica puerta para niños en la tienda de Imaginarium de calle León XIII. ÁNGEL DE CASTRO.


En algunos casos, para encontrar sus tiendas, incluso tienes que adentrarte en un laberinto de calles. Es como si estuvieran ocultas, lo cual resulta un tanto desconcertante si deseas realizar tus compras. Pero este fenómeno también es representativo del lejano declive que ha experimentado la cadena de jugueterías Imaginarium.

Declive de la marca

Es raro que un cierre de este calibre sea súbito o inesperado. En el caso de Imaginarium, aunque se intentaron diversas estrategias de rescate, no lograron evitar su declive. Esta cadena, que en su apogeo llegó a contar con 426 tiendas en España y empleó a más de 800 personas, no pudo superar los desafíos económicos que surgieron durante la crisis de 2008.

Actualmente, Imaginarium enfrenta una deuda colosal de 37 millones de euros. Esta deuda se acumuló principalmente debido a préstamos obtenidos de instituciones financieras tanto nacionales como internacionales, ascendiendo a 26 millones de euros. Además, se suman otros 6 millones en sanciones, deudas e intereses.

Esta cadena, que en su apogeo llegó a contar con 426 tiendas en España y empleó a más de 800 personas

Para comprender la magnitud de la deuda, también hay que agregar 3,6 millones de euros en deudas laborales. Años atrás, cuando la carga financiera aún no era tan abrumadora, el fundador de Imaginarium, Félix Tena, intentó abordar el problema poniendo la empresa en venta.

Fue en el año 2017 cuando Tena tomó esta decisión en un intento desesperado de salvar la empresa. Imaginarium cambió de manos y pasó a ser propiedad de inversores costarricenses que tenían como objetivo revitalizarla y darle un nuevo impulso.

Sin embargo, a pesar de estos esfuerzos y cambios de propiedad, Imaginarium sigue luchando por recuperar su posición en el mercado, y el cierre de tiendas en su lugar de origen, como la emblemática de Zaragoza, es un claro recordatorio de los desafíos que enfrenta esta cadena de jugueterías en su viaje por mantenerse a flote en un mundo comercial en constante evolución.

Teniendo en cuenta los acontecimientos recientes, es innegable que Imaginarium no ha logrado superar sus dificultades financieras. En julio de 2022, la empresa ya había entrado en suspensión de pagos, lo que finalmente la llevó a declararse en concurso de acreedores.

La incertidumbre también se cierne sobre las pocas tiendas que aún quedan en funcionamiento. La tienda de Zaragoza no era la única propiedad de la cadena en España. Otra ubicación en La Coruña está siguiendo un camino similar, ofreciendo importantes descuentos para liquidar su inventario.

Las largas colas de clientes en busca de los últimos juguetes a precios reducidos llamaron la atención

Este mismo patrón se repitió en la tienda de Zaragoza poco antes de su cierre. Las largas colas de clientes en busca de los últimos juguetes a precios reducidos llamaron la atención. Los descuentos significativos siempre atraen a los consumidores.

Además de la tienda en La Coruña, Imaginarium cuenta con otras cinco tiendas que operan como franquicias. En estos casos, la incertidumbre es aún mayor, ya que los franquiciados no saben cuál será su futuro ni cuánto tiempo podrán seguir operando. La falta de información por parte de la empresa solo agrega más incertidumbre a la situación.

La historia de Imaginarium es un recordatorio de los desafíos que enfrentan las empresas en un entorno comercial en constante cambio y la importancia de la adaptación y la gestión financiera sólida para mantenerse en el mercado.