La histórica Batalla de los Sexos, muy viva 50 años después

El centro principal de la USTA (Asociación de Tenis de Estados Unidos), sede del US Open en Nueva York, se rebautizó en 2006 Billie Jean King National Tennis Center. La Copa Federación, el equivalente femenino de la Copa Davis por equipos, se llama desde hace unos años Billie Jean King Cup.

La estadounidense Coco Gauff, campeona del último US Open a sus 19 años, recibió el trofeo de manos de Billie Jean King, a quien agradeció expresamente el talón bancario por 3 millones de dólares recibido como nueva reina del último Grand Slam de la temporada. Exactamente la misma cifra que ganó al día siguiente el mejor de los hombres, el serbio Novak Djokovic.

La edición de 2023 no fue una más en la historia del US Open. Fue también un homenaje perpetuo al cincuenta aniversario de la equidad en los premios económicos a hombres y mujeres. Y si hay una figura capital en la lucha por la igualdad ésa es Billie Jean King, quien a sus 79 años continúa un frente que ella impulsó en los años 70. Labor que compatibilizó con su condición de campeona de doce títulos individuales de Grand Slam, además de otras seis finales.

Un icono reconocido que no se calló cuando en el US Open de 1972 se embolsó 10.000 dólares, cuando el rumano Ilie Nastase se llevó 25.000. «No volveremos el año que viene a no ser que haya igualdad de premios», clamó BJK en rueda de prensa. Así sucedió, en 1973 comenzó la paridad en ese evento.

También en un septiembre anterior, en 1970, lideró el grupo de las 9 que dieron origen al circuito profesional femenino, el Virgnia Slims, que se estrenó en Houston.

Septiembre aparece asimismo en la biografía de Billie Jean King debido a uno de los partidos más famosos de la historia, que también ha tenido su película recientemente, con Emma Stone interpretando a BJK. El 20 de septiembre de 1973, la tenista aceptó el reto conocido como la ‘Batalla de los Sexos’, disputada en el Astrodome de Houston.

Tras negarse varias veces, acabó aceptando el reto de Bobby Riggs, otro californiano que fuera campeón de Wimbledon y el campeonato USA en 1939, además de finalista de Roland Garros. Charlatán, apostador y muy misógino, a sus 55 años aseguró que era capaz de ganar a las mejores, que tenía que poner en su lugar a las mujeres que pedían la igualdad. 

Venció a la australiana Margaret Court, de 31, por 6-1 y 6-2. Lo que alertó a Billie Jean King, de 29, para callar a los negacionistas de la igualdad de derechos. Y aceptó jugar contra Riggs, que pensaba más en el dinero por los derechos de televisión y el premio de 100.000 dólares que en otra cosa. Para ella, sin embargo, era reforzar la causa.

Hubo récord entonces de espectadores en un choque de tenis con 30.472 aficionados, que vieron cómo ella entraba en la cancha cual Cleopatra, mientras que Riggs lo hacía como un un faraón con esclavas ligeras de ropa acompañándole. Se calculó una audiencia mundial de unos 90 millones de telespectadores.

Ganó King 6-4, 3-6 y 6-3. En 1972 se repitió la historia, con Jimmy Connors, aun con hándicap, batiendo a Martina Navratilova por 7-5 y 6-2 en Las Vegas. 

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Cincuenta años después, esta batalla de los sexos continúa viva, sin resolver en muchos de sus aspectos.