La Real Federación Española de Fútbol y las internacionales convocadas con Montse Tomé alcanzaron la noche del martes al miércoles una suerte de tregua que provoca que todas ellas, salvo Mapi León y Patri Guijarro, hayan accedido a continuar concentradas de cara a los partidos contra Suecia y Suiza. Uno de los acuerdos que alcanzaron las partes, con la mediación del presidente del Consejo Superior de Deportes, Víctor Francos, fue la destitución «inminente» de varios ejecutivos de la RFEF, cuyos nombres no han sido desvelados por las partes. Y el primero de ellos ha llegado esta tarde-noche, en la que la RFEF ha anunciado que «prescinde de los servicios» de Andreu Camps, secretario general hasta ahora.

«A partir de este momento, y en este tiempo de transición hasta la finalización del proceso electoral, sus funciones serán asumidas por la directora del Gabinete de la Presidencia, Elvira Andrés, en el ámbito representativo como secretaria de los órganos de gobierno y representación de la Federación. Asimismo, las funciones ejecutivas las asumirá Alfredo Olivares, actual director de Competiciones», reza el comunicado hecho público por la RFEF.

La Federación remarca en su comunicado que «la decisión se ha tomado de acuerdo al artículo 39.2 de los Estatutos de la RFEF, que indica: ‘El nombramiento del Secretario General será facultativo para el Presidente de la RFEF quien, si no efectuara tal designación, será el responsable de las funciones propias de aquél, pudiendo delegar en las personas que considere oportuno'».

Una referencia llamativa, por cuanto la RFEF carece en la actualidad de presidente, tras la dimisión de Rubiales, dado que Pedro Rocha ejerce como presidente de la comisión gestora, según se refiere la propia Federación a él en sus comunicaciones de los últimos días.

Camps es el primero en caer tras la reunión con las jugadoras y el CSD en las que las primeras aceptaron una tregua, continuando la mayoría de ellas en la concentración de Oliva (Valencia). Pero habrá más en los próximos días.

Como informó este diario, el cese de Camps fue una petición de la mayoría de barones territoriales de la RFEF desde la reunión posterior a la suspensión de Rubiales por parte de la FIFA, hace tres semanas. Sin embargo, Rocha se resistió ferozmente a entregar su cabeza hasta que la intervención del CSD y el bochorno de la convocatoria a traición de las campeonas del mundo le dejó sin otra solución.