Jude Bellingham tiene el don del héroe. El inglés, no podía ser otro más que él, apareció en el descuento tras todo el partido atascado y empujó a gol el balón que tanto se resistió a cruzar la línea de la meta del Union Berlin. Los alemanes defendieron todo el partido su muro, hasta que este se venció ante el temblor madridista y la aparición del ‘5’ blanco en el minuto 94. [Narración y estadísticas: Real Madrid 1-0 Union Berlin]

El inglés solo tuvo que empujar una pelota que quedó muerta en el área, pero es que siempre está ahí. En el momento de la verdad, en la ‘zona Real Madrid‘. Es un jugador que está tocado con una varita y en seis partidos oficiales con la camiseta blanca, y con seis goles en su cuenta, lo ha demostrado.

El apodo del rival del Real Madrid en el día de hoy ya lo decía todo: Die Eisernen (‘los de hierro’, en español). Lo sabía Ancelotti, que había estudiado al Union Berlin y en la previa destacó que «tiene una gran estructura defensiva». Pero aún así, al italiano le costaría dar con la tecla para romper el muro defensivo de los alemanes. Una agonía que duró hasta el final.

No iba a ser con el esquema que viene utilizando el Madrid este año, con un cuadrado continuado por una doble punta de ataque. Con ese dibujo y ante una defensa formada por cinco jugadores, con el veterano Leonardo Bonucci en el eje de la zaga, al equipo blanco le costaría crear espacios por fuera y se vería agobiado por momentos en campo rival.

La intensidad del Union Berlin se vería pronto. A los 40 segundos llegaría la amarilla para Lucas Tousart, el pivote del equipo germano. El Madrid, en dos minutos, buscaría por partida doble a Joselu de cabeza. Primero Bellingham y después Lucas Vázquez. Al delantero gallego, que había ‘mojado’ en los dos últimos encuentros del conjunto blanco, se le iban siempre un poco desviados los remates.


Bonucci, en el partido ante el Real Madrid.

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El ritmo era lento, muy lento en la primera mitad. Pide a gritos el Real Madrid el regreso de Vinicius de su lesión, que no será hasta después del derbi. Sin el brasileño falta desequilibrio, algo que Ancelotti le puede exigir más a Camavinga en un escenario así -el único en hacer un regate con éxito en los primeros 45 minutos fue el francés-. También a Rodrygo que tire más. El que no afloja es Modric, siempre el jugador de más calidad cuando está en el campo sin importar los años que tenga.

El equipo de Urs Fischer cumplía con su papel, pero no podía decir lo mismo el de Ancelotti. Aún así, no hubo cambios tras el descanso. Los que mejor se lo pasaban eran los más de 4.000 alemanes presentes en el estadio, que en 2018 veían a su equipo jugar en Segunda y cinco años después debutando en Champions League.

La reacción madridista

Este Madrid es de segundas partes y volvió a quedar demostrado hoy. Un par de ocasiones de los blancos bastaron para que sus aficionados hagan retumbar el estadio. El encargado de hacerlo fue Rodrygo, desconectado en la primera parte, pero que apareció como un puñal para hacer sangre. Casi de seguido estrelló una bola en el cuerpo de Rønnow, el portero del equipo berlinés, y otra en la madera, tras rematar de tijera.

En menos de diez minutos, el Madrid tuvo más ocasiones que en toda la primera parte. El meta del Union también sacó una buena mano a Joselu en el 54′. El delantero volvió a rozar el gol en la siguiente que tuvo, otra vez de cabeza, pero entre Rønnow y el palo evitaron que la pelota entrara al fondo de las mallas.

Bellingham remata para darle la victoria al Real Madrid.


Bellingham remata para darle la victoria al Real Madrid.

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El Madrid no facturaba en los momentos en los que tenía que hacerlo y aparecía el nerviosismo. El muro del Union ya no era tan resistente, pero los centros por arriba eran casi el único recurso de los de casa. Para que eso cambiara, Ancelotti sustituyó a su doble pivote Tchouaméni-Camavinga por Kroos y Valverde. El Madrid pasaba de un cuadrado a un rombo, con Toni de ‘5’, Modric de ’10’ y Fede y Bellingham de interiores.

Un vuelo de Rønnow desviaba un tiro lejano de Modric y daba la entrada a los 20 minutos finales del choque. Fran García entraba por Nacho y Brahim por Luka en busca de mayor profundidad y el Madrid pasaba al asedio a un Union más fresco de lo que debería por no haber sido tan obligado en la primera mitad.

Bellingham, el de siempre

A cada ocasión que tenía el Madrid parecía más clara y el gol que no llegaba. Joselu, al que solo le faltó una pizca de suerte para marcar, tenía una más que se iba llorando por fuera del palo. No había manera, el reloj corría y el árbitro, entrados en el descuento, amagaba con llevarse el silbato a la boca. Hasta que apareció en el minuto 94 Bellingham, que a partir de ahora ya se le puede llamar ‘el de siempre’.

De un córner en corto, un zapatazo de Valverde en la frontal y dos rebotes, la pelota se quedó a placer para Bellingham como si en sus botas tuviera un imán. El poder de atracción del británico. Esa acción en el descuento bastó para llevar al Bernabéu al éxtasis y que el equipo blanco sumara tres puntos en su debut en Champions, merenciéndolo, ante un correoso rival.

Real Madrid 1-0 Union Berlin

Real Madrid: Kepa; Lucas Vázquez, Rüdiger, Nacho (Fran García, 73′), Alaba; Tchouaméni (Fede Valverde, 66′), Camavinga (Kroos, 66′), Modric (Brahim, 80′), Bellingham; Rodrygo y Joselu.

Union Berlín: Ronnow; Juranovic, Bonucci (Jaeckel, 80′), Danilho Doekhi, Diogo Leite, Gosens; Tousart (Kemlein, 83′), Kral, Laidouni (Aaronson, 66′); Becker (Fofana, 80′) y Behrens (Volland, 66′).

Gol: 1-0, 94′: Bellingham.

Árbitro: Espen Eskas (Noruega). Amonestó a Tchouaméni (36′) por el Real Madrid; y a Tousart (1′) por del Unión Berlín.

Incidencias: encuentro correspondiente a la primera jornada de la Liga de Campeones disputado en el estadio Santiago Bernabéu ante 65.207 espectadores.