Los resultados y los puntos en la clasificación siempre mandan sobre cualquier tipo de análisis. Una victoria otorga tres, un empate uno y una derrota cero. Acudir a ellos son siempre argumentos irrebatibles. En el caso del Mallorca, acumula cinco puntos de quince posibles tras cinco jornadas de Liga. Un inicio que pocos esperaban por la gran inversión en fichajes este verano, siendo las previsiones mucho más optimistas. Lo cierto, es que el arranque de los de Javier Aguirre en la temporada 2023/24 prácticamente calca al del curso pasado, aunque las sensaciones que desprende el equipo sobre el campo son muy distintas.
Esta campaña, el Mallorca ha logrado una victoria (ante el Celta el pasado sábado), dos empates (frente a Las Palmas y Athletic) y dos derrotas (ante Villarreal y Granada). El curso anterior, acumulaba el mismo número de puntos al paso por la jornada cinco, con una victoria (ante el Rayo Vallecano), dos empates (frente a Athletic y Girona) y dos derrotas (ante el Betis y el Real Madrid). En ambas temporadas, los bermellones todavía no saben lo que es ganar en Son Moix y su primera victoria ha llegado a domicilio, tal y como pasó en Vallecas hace un año.
En cuanto al tanteo de goles, la temporada pasada acumulaba cinco a favor y siete en contra. Este año, son cuatro a favor y cinco en contra. Número muy parecidos en cuanto a efectividad en área contraria y mejores números defensivos, pese a la sensación de que el equipo es mucho más vulnerable ahora que al principio de la temporada pasada. También hay que tener en cuenta que en la quinta jornada el Mallorca visitó el Santiago Bernabéu, recibiendo cuatro dianas ese día del Real Madrid cuando hasta antes del partido solo llevaba tres en contra.
Sin embargo, el nivel de juego del equipo sí que es diferente. El curso pasado, el Mallorca se mostró desde el inicio como un equipo muy difícil de superar, certero ante el área rival y mucho más aguerrido (24 tarjetas amarillas por las 14 de este curso). Exceptuando la jornada inaugural ante el Athletic, en la que solo la magistral actuación de Rajkovic salvó al equipo de una goleada, los de Aguirre tuvieron opciones de victoria en el resto.
Ante el Betis dos penaltis, uno muy dudoso, le apartaron de los tres puntos. Frente al Rayo realizó un partido prácticamente perfecto, siendo eficaz y concediendo muy poco. Ante el Girona solo un penalti en el último minuto les privó de ganar, mientras que ante el Real Madrid llegaron a ir por delante en el marcador.
Este curso, ante las bajas de Kang In Lee y Raíllo (Galarreta no estuvo en las primeras jornadas), el equipo acusa flaqueza en defensa –aunque ahora acumular dos porterías a cero seguidas– y sobre todo gran falta de imaginación de medio campo hacia adelante.
Las nuevas incorporaciones no acaban de dar el rendimiento esperado y los bermellones no están siendo reconocibles a la hora de atacar rápido al recuperar la pelota o ser agresivos por todo el campo. Sobre la victoria se trabaja mejor, pero al Mallorca le falta todavía mucho para recordar al gran equipo que quedó noveno.