El delegado del Gobierno andaluz en Córdoba, Adolfo Molina, ha pedido este martes que no se den «titulares rápidos» y ser «muy rigurosos» sobre el parásito protozoario presente en el agua potable en Baena, ya que puede causar infecciones intestinales y, de hecho, según ha señalado, ha habido «hospitalizados» por ello, lo cual llevó a la Delegación de Salud de la Junta en Córdoba a prohibir el consumo de agua en Baena desde el pasado 9 de septiembre, mientras se sigue analizando el agua y buscando el origen del Cryptosporidium parvum.

En este sentido y en rueda de prensa, Molina ha destacado que en Baena «los controles de salud pública han funcionado», pues «se vio como había una serie de patologías en una serie de personas, se investiga y al final» se determina «que lo que tienen en común es el agua que se estaba bebiendo en Baena».

Por eso, «cuando hablamos de salud pública, es el momento de ser muy rigurosos», considerando Molina «que esto no va a dar titulares rápidos, sino que va, desde luego, de tener la seguridad de que los ciudadanos puedan beber agua limpia, agua totalmente salubre», y por eso «se están haciendo sucesivos análisis» del agua que llega a Baena, «para estar seguros de que el agua que beben los ciudadanos sea de calidad, que es a lo que estamos obligadas las administraciones».

De modo que «hay que esperar a que salgan» los resultados de los últimos análisis, añadiendo Molina que, además, habrá que «hacer los que sean necesarios», porque «con la salud creo que no podemos jugar, y la responsabilidad de todos es cuidarla».