El Atlético de Madrid se dejó dos puntos en su estreno en la Champions. Lo hizo de la manera más cruel, con un tanto en el último minuto del guardameta rival. Los de Simeone empataron a uno ante la Lazio en un encuentro en el que los rojiblancos fueron superiores en la segunda mitad. [Narración y estadísticas en directo del Lazio – Atlético de Madrid].

La Lazio jugó sus cartas. Nunca perdió la cara al partido y, con el apoyo de sus aficionados, empujó en los minutos finales. Al final se llevó un buen botín. Provedel, portero del equipo, empató con un remate de cabeza en el minuto 95 el tanto inicial de Pablo Barrios.

El Atlético de Madrid saltó al verde consciente de lo ocurrido la temporada pasada. Los de Simeone no querían cometer los mismos errores y comenzaron el encuentro replegados dando la iniciativa a la Lazio. Los romanos aceptaron el reto y, espoleados por su afición, crearon las primeras ocasiones del choque. 

Immobile, Kamada y Luis Alberto gozaron de las primeras oportunidades de los romanos. También dispusieron de varios saques de esquina durante los primeros compases, pero no estuvieron atinados en el remate.

El Atlético, resguardado en su campo, no entró en pánico y aprovechó la primera que tuvo para mandar el balón a la jaula. El tanto llegó a la media hora de juego en una transición por el perfil derecho. Nahuel Molina retrasó el esférico a la altura de la frontal viendo a un Pablo Barrios totalmente liberado. El canterano no se lo pensó dos veces y disparó a portería. Su remate tocó en un defensor de la Lazio y despistó a un Provedel que no pudo evitar el 0-1.

El tanto le vino de perlas al Atlético que dejó de sufrir e intimidó al conjunto italiano, hasta el momento centrado únicamente en atacar. Los de Simeone cedieron de nuevo el esférico a la Lazio, pero no concedieron más ocasiones en los últimos instantes del primer tiempo. Un gran premio para unos primeros cuarenta y cinco minutos en los que los españoles no fueron superiores.

El Atlético de Madrid tuvo más iniciativa tras el descanso. Pablo Barrios no saltó al verde por unas molestias y en su lugar entró Giménez. Griezmann comenzó a participar y eso hizo mejorar a los rojiblancos que tuvieron la opción de poner el 0-2 con un disparo de Witsel desde la frontal que paró bien Provedel.

Los de Simeone estaban cómodos, pero un grave error de Oblak estuvo a punto de costar el empate. El guardameta esloveno intentó un desplazamiento en largo, pero entregó el esférico a Felipe Anderson. El brasileño se la dio a Immobile que se plantó mano a mano ante Oblak. El ariete definió muy mal con un disparo directo al muñeco y desaprovechó una oportunidad de oro para los suyos.


Witsel protege el balón ante Immobile

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El Atlético dio un paso adelante y dispuso de dos acciones para poner tierra de por medio. La primera llegó en el minuto 65. Morata recogió un balón en el pico del área y sacó un disparo que tocó en dos defensores antes de toparse en el palo ante la mirada de Provedel. 

El guardameta italiano salvó a los suyos cinco minutos después con una intervención magistral. Samu Lino recibió un centro al segundo palo y fusilo algo escorado a la altura del punto de penalti. Provedel, que salió para cerrar todos los huecos, puso el brazo firme e impidió el 0-2 del Atlético.

Amargo final

Los rojiblancos tenían el partido bajo control. Apenas sufrían ante una Lazio que parecía algo cansada físicamente. Sin embargo, en la última acción del partido llegó el tanto del empate. 

En el minuto 95 los locales forzaron un córners. Tocaba defender la última intentona de los italianos. El centro se quedó corto, pero el rechace cayó de nuevo a las botas del lanzador. Cataldi se la dio a Luis Alberto y el español colgó un centro tenso al punto de penalti. Nadie en la zaga del Atlético saltó y Provedel, que entró con todo, cabeceo desde el área pequeña al fondo de la red.

momento en el que Provedel anota el 1-1 en el último minuto


momento en el que Provedel anota el 1-1 en el último minuto

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Ahí termino el partido. Con todo el banquillo de la Lazio saltando al verde a abrazar a su guardameta por el agónico gol y con los jugadores rojiblancos tendidos sobre el verde viendo como se les escapaban dos puntos en el último suspiro.