El Congreso estrena este martes su primer pleno plurilingüe para aprobar la reforma del reglamento que implantará esta exigencia de los independentistas. Cumplir con ellos en medio de las negociaciones para la investidura de Pedro Sánchez ha obligado a adecuar a toda prisa el Hemiciclo, además de contratar traductores. El coste hasta final de año para hacer realidad el uso del catalán, vasco y gallego está estimado en 280.000 euros. También la Unión Europea discute sobre el uso de las lenguas cooficiales este martes.

Las distintas lenguas van a retumbar sin cortapisas en un hemiciclo habilitado a contrarreloj. Para ello, el Congreso ha adquirido 450 auriculares que conllevan el alquiler de un sistema de transmisión y recepción que debe asegurar la labor de la docena de intérpretes contratados de forma exprés. Eso cuando el diputado use el catalán, vasco o gallego, porque incluso se oirá desde la tribuna el aragonés, el bable o el aranés, aunque con autotraducción.

El Pleno arranca con la toma en consideración de la reforma del reglamento y su tramitación urgente y en lectura única. Todo con el objetivo de aprobar en 48 horas un cambio de la normativa cuya puesta en práctica supone un gasto estimado de 300.000 euros hasta diciembre. El grueso del montante, cerca de 218.000 euros, se lo llevan los traductores. La siguiente partida es para el material.