Si has estado alguna vez en tu vida en cualquier punto de Cataluña seguramente hayas desayunado un bocadillo de fuet. Es casi tan obligatorio como visitar la Sagrada Familia que, por cierto, sigue en construcción. O longaniza en el peor de los casos. Pero no va a pasar que no haya fuet. 

Por eso, ha sido uno de los temas que han acaparado el debate de este martes de ‘Aruseros’. ¿Se come con piel o sin piel? ¿a rodajas gordas o finas?. Pues lo cierto es que en el plató, como en la vida, ha habido opiniones para todos los gustos.

Y es que, mientras algunos colaboradores consideran que siempre hay que comerlo junto al moho que lo recubre, otros consideran una aberración no pelarlo. En cuanto al tamaño, el debate no es menor, pero la conclusión final es clara: hay que irlo partiendo uno mismo, a veces en trozos más grandes y otros en más pequeños.

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Del aperitivo a la comida

Y, al hilo de esto, se ha abierto un nuevo melón: ¿cuándo dejamos de tomar el aperitivo para empezar a comer? En esta ocasión la respuesta ha sido más ecuánime: dependerá de lo que te guste lo que haya para comer después. 

Sin embargo, todos los tertulianos han reconocido la enorme dificultad de parar de comer durante el aperitivo a pesar de saber que la comida fuerte será abundante y pesada.