La rotación de la Tierra hace que en unos lugares sea de día y en otros, de noche. Pero ¿qué ocurre en los polos, donde la luz solar incide de una forma muy diferente al resto del globo? La respuesta la experimentan todos los años varios miles de personas que viven en localidades situadas en el Círculo Polar Ártico, donde está a punto de iniciarse una noche muy larga: nada menos que seis meses en algunos casos.

Durante este medio año, en esas regiones cercanas al Polo Norte los termómetros marcarán temperaturas realmente gélidas y muchas ciudades y pueblos deben resignarse a un ambiente que al resto de habitantes del planeta les resultaría verdaderamente hostil.

La noche polar ocurre por la combinación de los movimientos de traslación y rotación de la Tierra, así como la órbita elíptica del planeta en torno al Sol.

Debido a todos estos movimientos, una vez al año la inclinación de la Tierra hace que el Sol se sitúe por debajo del horizonte en el Polo Norte, dando paso a la noche polar. Literalmente, el Sol no sale durante la noche polar; hay que señalar que el grado de oscuridad varía dependiendo la zona donde se esté dando este fenómeno; es decir, la penumbra no es total en todas las regiones.

Cuanto más cercano se esté al Polo Norte, la oscuridad será mayor, mientras que en partes más alejadas de este; habrá más momentos de cierta claridad.

Aurora boreal en Lofoten (Noruega), durante la noche polar 1zoom.me


A partir del equinoccio de otoño, es decir, el próximo día 23 de septiembre, empezará la noche polar en el Ártico. Serán seis meses sin ver el sol, concretamente, hasta la llegada del equinoccio de primavera, cuando comenzará un perpetuo día polar con 24 horas de luz.

Situación inversa en el Polo Sur

Mientras esto sucede en el Norte, en el hemisferio sur pasa todo lo contrario. Es allí cuando a partir de ahora comenzarán los ‘días polares’, con luz ininterrumpidamente. Estas situaciones se producen siempre durante los meses de invierno, como recuerda el portal Meteored.com, que en el hemisferio norte van de septiembre a marzo y en el hemisferio sur, de marzo a septiembre.

Si queremos experimentar nosotros mismos este curioso fenómeno, hay varias ciudades a las que desplazarse para observarlo a lo largo de Alaska, Suecia, Groenlandia, Rusia o Noruega. En este último país, concretamente en el remoto archipiélago de Svalbard, en pleno océano Ártico, a partir del 23 el cielo estará ‘en modo nocturno’, sobre todo desde noviembre a enero. Cada vez más turistas visitan Svalbard, no solo por este fenómeno, sino también para disfrutar de sus portentosas auroras boreales.

La noche polar es más intensa cuanto más al norte GQ


En Alaska se encuentra un pueblo de 4.400 habitantes, llamado Barrow, cuyos vecinos se reúnen cada año alrededor del 20 de noviembre para observar la última puesta de sol del año. Esta localidad se despide de la luz solar durante más de 60 días, hasta que el 23 de enero siguiente el astro rey volverá a asomar por el horizonte. La actividad de esta localidad cesa casi por completo durante este tiempo y gran parte de su población se traslada a otros lugares durante estos dos meses.

Nurmansk es una localidad de Rusia, la más grande situada dentro del Círculo Polar Ártico (295.000 habitantes) y enclave estratégico para la extracción de carbón, que queda sin luz del sol durante aproximadamente 40 días. Es una ‘noche polar’ algo más corta, debido a que halla algo más alejada del Polo Norte que otras.

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