Novi Sad alberga una emblemática sinagoga que evidencia la rica historia y declive de la comunidad judía en Serbia, afectada por guerras, antisemitismo y desafíos económicos actuales.
Reseña de la Sinagoga en el corazón de Serbia
Ubicada en el corazón de Novi Sad, segunda ciudad más grande de Serbia, una sinagoga de fachada de ladrillo amarillo y una impresionante cúpula de 130 pies se erige como un testimonio de la historia judía de la región.
Construido a inicios del siglo XX, este edificio fue diseñado para acoger a 950 devotos. Sin embargo, en tiempos recientes, ha mostrado signos del paso del tiempo y cambios socioeconómicos del área.
En el período previo a la Segunda Guerra Mundial, el 7 % de los 60.000 habitantes de Novi Sad eran judíos. La opulencia de esta comunidad se reflejaba en la grandiosa sinagoga, fruto del arquitecto húngaro Lipot Baumhorn.
Decadencia de la comunidad judía post-guerras
Tras devastadores eventos como el Holocausto y las guerras balcánicas de los años 90, la comunidad judía de Novi Sad ha disminuido considerablemente. Actualmente, la ciudad alberga solo a 640 judíos.
Ladislav Trajer, vicepresidente de la Federación de Comunidades Judías de Serbia, expresa la escasez de asistencia a eventos religiosos, incluyendo la imposibilidad de reunir un minián, quórum de oración judío.
La ciudad, que fue un floreciente epicentro de vida judía, ha experimentado turbulencias económicas que han desafiado la estabilidad de sus residentes.
Situación económica y apoyos a la comunidad judía
Con las sanciones y las guerras post-desintegración de Yugoslavia, Serbia vio un desplome en su PIB. Esta crisis económica ha llevado a muchos a buscar un mejor futuro fuera del país.
Para compensar las propiedades nacionalizadas tras la guerra, Serbia acordó en 2017 un pago anual a la comunidad judía. Estos fondos se destinan a organizaciones judías, supervivientes del Holocausto y a proyectos culturales.
Desde 2012, la comunidad ha encontrado una fuente de ingresos alquilando la sinagoga para conciertos de música clásica, lo que ha ayudado a la preservación del histórico edificio.
Desafíos actuales y antisemitismo en Serbia
A pesar de la decreciente comunidad judía, Serbia ha visto un surgimiento en el nacionalismo y actitudes extremistas. Grupos como Acción Serbia han manifestado posturas antisemitas y xenofóbicas.
Testimonios como el de Teodora Paljic, una joven judía, muestran el antisemitismo latente en algunos sectores de la sociedad serbia.
Además, la situación económica del país ha dificultado la vida cotidiana para muchos residentes, marcando una preocupante tendencia en el contexto socioeconómico de Serbia.
Preservación y legado de la comunidad judía
Ante estos desafíos, la comunidad judía busca preservar su legado en Serbia. Proyectos como la restauración de la sinagoga y del cementerio judío reflejan los esfuerzos por mantener viva su historia y cultura.
Si bien el número de judíos en Novi Sad ha disminuido, su influencia y legado histórico permanecen intactos, esperando que futuras generaciones puedan reconocer y valorar su aporte a la rica tapestería cultural de Serbia.
Historia de la Presencia Judía en Novi Sad
Novi Sad, capital de Voivodina, una provincia serbia, en tiempos albergó 86 sinagogas. Ahora solo 11 se mantienen, con muchas inutilizadas.
La comunidad judía se arraigó en Novi Sad en el siglo XVII, bajo la monarquía de los Habsburgo. La llegada de judíos se incrementó con leyes restrictivas en el Imperio Austrohúngaro, que los llevó a zonas más libres de discriminación.
Posteriormente, con el ascenso del Reino de los Serbios, Croatas y Eslovenos, la comunidad judía experimentó un florecimiento cultural y económico, marcando una era dorada para los judíos en la ciudad.
Tragedia Durante la Segunda Guerra Mundial
El florecimiento judío en Novi Sad terminó con la ocupación húngara en 1941, alineada con la Alemania nazi. La Masacre de Novi Sad en 1942 vio la brutal eliminación de más de 1.400 judíos.
En 1944, tras la dominación nazi de Hungría, 1.800 judíos restantes fueron retenidos en condiciones deplorables en una sinagoga. Eventualmente, fueron enviados a Auschwitz, con pocos sobrevivientes.
Solo 300 judíos de Novi Sad resistieron la barbarie del Holocausto, enfrentando el reto de reconstruir la comunidad post-guerra.
El Estado Actual de la Comunidad Judía
La comunidad judía en Novi Sad ha navegado por desafíos singulares en el contexto serbio. Las actividades comunitarias, aunque reducidas, han ido resurgiendo.
Con 640 miembros, Novi Sad alberga la segunda comunidad judía más grande de Serbia. Sin embargo, solo las sinagogas de Belgrado y Subotica están activas.
Muchos miembros de la comunidad, incluido Mirko Štark, presidente de la Comunidad Judía de Novi Sad, han formado familias con no judíos, reflejando la necesidad de adaptación para preservar su legado y cultura.
Iniciativas Comunitarias y Culturales
La comunidad ha revitalizado actividades, desde un coro sinagogal, HaShira, hasta clubs culturales y grupos de danza. El compromiso con los jóvenes es prioritario, como se evidencia en festividades y eventos.
Mirko Štark, líder comunitario y defensor del legado judío, ha sido fundamental en estas iniciativas. A pesar de los desafíos, permanece optimista sobre el futuro de la comunidad judía en Novi Sad.
Celebraciones como Janucá, Pascua y Tu B’Shvat continúan siendo pilares de la vida comunitaria, mientras que programas como “club de bebés” y clubes juveniles intentan inculcar la herencia judía en la próxima generación.
Desafíos Contemporáneos y Futuro Incierto
La comunidad sigue enfrentando adversidades. Actos de antisemitismo, como la vandalización del cementerio judío de Belgrado, han resaltado amenazas persistentes.
Jóvenes como Paljic, que tienen ancestros que enfrentaron la brutalidad del Holocausto, expresan preocupaciones sobre el futuro y consideran oportunidades fuera de Serbia.
A pesar de la incertidumbre, líderes comunitarios como Štark ven esencial la inversión en las generaciones más jóvenes para asegurar la supervivencia de la comunidad judía en Novi Sad.