Este viernes, el Boletín Oficial del Estado publicaba la convocatoria del Ayuntamiento de Valladolid para proveer puesto de trabajo por el sistema de libre designación de un “director de Coordinación de Políticas Públicas”, o, lo que es lo mismo, un puesto de apoyo al alcalde de Valladolid, también senador por el PP, Jesús Julio Carnero, que ejercerá de facto buena parte de las competencias que el propio regidor se reservó tras su toma de posesión.

Toma así cuerpo el anuncio de Carnero de crear un nuevo puesto en la Alcaldía que ayude a descargar su agenda y cubrir sus ausencias, algo que ya permitía sospechar su petición al partido de Alberto Núñez Feijóo para ir de número uno en la lista al Senado -que él mismo ha reconocido se gestó en enero, antes de las elecciones municipales- a cambio de asumir la candidatura a la Alcaldía de Valladolid, que disputaba al socialista Oscar Puente y que, finalmente, contra todo pronóstico, alcanzó en mayo.

Las personas aspirantes deberán ser funcionarias de carrera, del grupo A1 y con Nivel 30, en movilidad interadministrativa, y, según la convocatoria del Ayuntamiento, publicada en el Boletín de Castilla y León el día 8, “acompañarán a su solicitud un currículum vitae en el que figuren titulaciones académicas, puestos de trabajo desempeñados en las Administraciones Públicas, cursos realizados y otros méritos que se estimen idóneos”.

Nombre y apellidos

Aunque la convocatoria recoge que el puesto convocado pueda ser declarado desierto, el ex alcalde de Valladolid ya le puso nombre y apellidos en el momento del anuncio por parte del actual primer edil, a mediados de agosto: según Oscar Puente, el elegido será el que fuera número dos del propio Carnero en la Consejería de Presidencia de la Junta de Castilla y León de la que salió para tomar posesión como alcalde, es decir, el viceconsejero de Administraciones Públicas y Atención al Ciudadano, Indalecio Escudero, algo que el actual alcalde declinó confirmar a preguntas de los periodistas.

El salario previsto para el nuevo puesto (que no “cargo”, afirma Carnero, puesto que se trata de un funcionario, y no un político) tiene un complemento específico anual de 54.868,38 euros, bastante por encima del que tienen el resto de directores de Área asignados a las concejalías, de modo que la retribución íntegra alcanzará los 85.534 euros, a los que habrá que sumar el salario de un nuevo administrativo que lo asista.

Omnipresencia del “alcalde B”

Las críticas de la oposición, que señalaron al nuevo fichaje como “el alcalde B”, apuntaban a la desgana del también senador a la hora de afrontar sus responsabilidades, “labores que está claro que no quiere, puede, o va a hacer”, dijo Puente.

Y fue el propio Ayuntamiento el que, de forma extensa, informó de la relación de esas tareas que habían sido asumidas por Carnero en primera persona y de las cuales se descargará gracias al nombramiento.

El nuevo director “ayudará” en la dirección operativa de la acción de gobierno municipal y su despliegue efectivo; la coordinación interna de las políticas públicas y de gestión; y la elaboración, impulso y seguimiento de las Estrategias de Ciudad.

También se le atribuye el apoyo en la dirección política de las materias relacionadas con la Agencia de Innovación y Desarrollo Económico, así como las iniciativas de impulso laboral, de retención y atracción del talento, de implantación de nuevas actividades económicas y de consolidación y desarrollo del tejido empresarial local, el impulso y desarrollo de la Mesa del Soterramiento, de la Mesa de Automoción y de la Mesa de la Agroalimentación, así como los de la Oficina de Proyectos y Atracción de Inversiones.

Los casos de otras ciudades

Tras las críticas del PSOE a la creación del puesto, el alcalde incidió en que “el puesto de trabajo, que no es un cargo político, sino un funcionario de carrera, que no les confundan a ustedes, está contemplado en la ley y puesto en marcha en las grandes ciudades de este país”, citando Bilbao, Vitoria, Málaga o Valencia, “y Valladolid tenía un déficit en ese sentido”.

Fuentes municipales consultadas por ElPlural.com dudan de que los directores de Alcaldía en estas otras ciudades se ocupen de funciones equiparables a las descritas en Valladolid, dado que a esos puestos les compete coordinar relaciones institucionales, prensa, protocolo, apoyo administrativo o jurídico y otras cuestiones técnicas relacionadas con el Gabinete del alcalde. “La coordinación de las áreas”, señalan, “ha de ser política; no se entiende que un funcionario pueda intervenir en lo que hacen o no las concejalías o el resto de directores de área”.

El organigrama del Ayuntamiento de Bilbao, por ejemplo, diseña en dependencia del alcalde un Gabinete del que depende la Oficina de Comunicación y la de Protocolo, mientras que la coordinación de Alcaldía y políticas culturales la asume un concejal delegado, Gonzalo Olabarría.

En Málaga, el puesto de Dirección General de Alcaldía, en manos de María Luisa Alonso, tiene como cometidos los que se apuntan desde las fuentes municipales vallisoletanas consultadas: asistencia y apoyo administrativo, técnico, jurídico y económico a la Alcaldía-Presidencia y a la Coordinación General Gerencia del Ayuntamiento; Secretaría particular y agenda, relaciones institucionales y atención de quejas y sugerencias, así como la gestión y tramitación de expedientes ante el Defensor del Pueblo, bodas civiles, patrocinios o protocolo oficial.

Durante los mandatos de coalición PSOE-Valladolid toma la palabra en Valladolid, quien ejerció la coordinación que ahora se encomendará a este alto funcionario con su respectiva alta retribución, fue Pedro Herrero, concejal de Planificación y Recursos, a quien el alcalde encomendó las labores de enlace entre Concejalías.

El incremento de la nómina municipal

A la pregunta de si no es contradictorio incrementar la nómina municipal teniendo en cuenta que, según sus propias declaraciones, la situación económica del Ayuntamiento no es boyante, el alcalde de Valladolid, Jesús Julio Carnero, se remitió a un próximo informe de la Intervención municipal y citó datos de la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF) según los cuales, el Ayuntamiento está en veinte puntos porcentuales sobre la capacidad de endeudamiento del conjunto de grandes corporaciones locales.

“Yo tengo que poner en marcha todo lo que tenemos que poner en marcha, y necesito la organización administrativa al servicio de esa pretensión”, concluyó, sin responder a la pregunta.