El Girona se gusta frente al Granada

Victoria sufrida del Girona en El Nuevo Los Cármenes frente a un Granada que se mostró ausente durante los primeros 45 minutos. Tsygankov, Savinho, David López y Couto sellaron el triunfo gerundense antes de ver la reacción de los nazaríes con los tantos de Uzuni y Lucas Boyé.

Los locales ya empezaron regalando el primer balón desde el saque de centro y los visitantes se mostraron mucho más cómodos durante todo el primer tiempo, algo que puso contra las cuerdas constantemente al rival de la noche.

Un Granada pasivo y sin precisión se topó de frente con un Girona que sigue sin frenos en la parte más alta de la tabla. Los de Paco López no supieron ejercer la presión en la salida de balón gerundense y frente a eso, los de Míchel, no perdonan.

[+] Mira el resumen del partido:

El cuadro ‘gironí’ combinó con facilidad, comiendo poco a poco terreno granadino. Se gustaron hasta hartarse o, mejor dicho, hasta que vieron que jugar como saben les daría la máxima efectividad y la cuarta victoria consecutiva en el campeonato liguero.

Los catalanes empezaron a mostrar poderío por banda. Con Savinho, Tsygankov y un Yan Couto que parecía más extremo que lateral, el Girona descolocó por completo al muro rojiblanco. A la mínima que encontraban el espacio actuaron. Por banda o por el centro, generaron huecos en forma de exhibición. Solo faltaron los goles y las tres dianas del primer tiempo se concentraron en 12 minutos.

El primero en iniciar la candidatura fue Tsygankov. El ucraniano sacó a relucir su disparo lejano y su zurda se encargó del resto tras aprovechar un pase de Savinho. El balón se coló por la escuadra de Raúl Fernández (22’).

Lejos de reaccionar, el Granada optó por una línea continuista, algo que alzó la ‘flechita para arriba’ del rival, tal y como dijo el técnico local en la previa del partido. Savinho, que no quería irse de tierras andaluzas sin mostrar una nueva candidatura al mejor gol. Fue prácticamente una réplica, el carioca sólo decidió cambiar de escuadra, también desde fuera del área. El misil del extremo se encontró con la mano del cancerbero local, pero la fuerza del esférico no cedió en su destino (31’).

Sin prácticamente tiempo para celebrarlo. Las carreras continuaron sucediéndose en el Nuevo Los Cármenes y, en medio de todo el barullo, Aleix Garcia se encontró con una falta esquinada que provocó la alegría de su guante. La jugada estaba totalmente ensayada. Balón al segundo palo, cesión de Dobyk al otro costado y remate de David López al fondo de las mallas (34’).

A los gerundenses les salió el partido perfecto y el Granada, que faena tenía en concentrarse, lamentó una ocasión clarísima de Uzuni, sólo ante Gazzaniga. Con ello llegó el descanso que despertó la pitada monumental en feudo granadino, y no era por decisiones arbitrales, sino por la actuación de sus protagonistas.

Mucho cambió el segundo tiempo tras la sentencia del público andaluz. Los locales cambiaron la cara por completo, intentando reaccionar o por lo menos maquillar un luminoso que lucía muy abultado. Fue entonces cuando el guardameta argentino tuvo que empezar a sacar manos, evitando así el tanto del contrario.

‘Ya era hora’, pensarían Uzuni y los más de 17.000 presentes. El ariete granadino remató con la testa un balón aéreo para despertar los ánimos locales y pelear hasta el final algo que ya no estaba tan lejos como antes (63’). Tendrían media hora más para pensar en lo que media hora antes parecía impensable.

Míchel no quiso males mayores y movió la trastienda con Portu, Stuani y Yangel Herrera, este último recibido con aplausos por su anterior aventura en el combinado nazarí. Con las cosas más calmadas, el Girona intentó de nuevo buscarle las costuras a su contrincante, sin prisa pero sin pausa, con posesión pero sin grandes agrandar la ventaja a pesar de ocasiones claras como la del charrúa.

Y tocó soñar, al menos por unos minutos. Lucas Boyé se encargó de cargar de esperanzas, definitivamente, a los suyos batiendo a Gazzaniga (85’). Lo que no sabía el ariete argentino es que la alegría duraría tan sólo tres minutos. Yan Couto, que fue en moto durante buena parte del partido, puso el broche final para dejar atrás el suspense de los últimos instantes. La jugada personal del brasileño acabó con el cuarto para los catalanes (88’).

Lee también