El entorno de Puigdemont tiene dudas, muchas y fundamentadas, de que el catalán vaya a ser oficial en la UE desde este martes, como había prometido el Gobierno de Pedro Sánchez. De hecho, los afines al expresident fugado de la Justicia —tanto en los medios como desde la cultura y la política— exigen a Pedro Sánchez que cumpla con la palabra dada. De no ser así, avisan, incluso, de que la futura investidura del líder socialista corre peligro.
El exconseller Toni Comín, que también huyó a Bélgica con Carles Puigdemont y comparte con él bancada en el Europarlamento, insta al Ejecutivo central a «arremangarse» para que el Consejo de la UE avale el uso oficial del catalán.
«Ya sabe lo que debe hacer. Es el Gobierno español que debe arremangarse para conseguir que se produzca esta decisión, para conseguir que todos los Estados de la Unión den el visto bueno», manifestó este domingo en una entrevista en Vilaweb, portal afín a los posconvergentes.
Pero ese visto bueno unánime aún está lejos, si es que aún día llega a producirse. Tal y como avanzó EL ESPAÑOL, Suecia ha explicitado sus «reticencias» a esta posibilidad. «Hay que mirar primero las consecuencias», manifestó a este periódico la ministra de Asuntos de la Unión Europea de Suecia, Jessika Roswall.
Para la modificación del reglamento que permita el uso oficial del catalán, el gallego y el euskera hace falta la aprobación unánime de los Estados miembros. Y no parece que vaya a producirse este próximo martes.
Más allá que Suecia, Eslovaquia también se opuso. Sus autoridades sostienen que, para que otras lenguas sean oficiales en la UE, deberían serlo antes en todo el territorio del Estado miembro «y ser las lenguas que utilizan las instituciones centrales en su día a día». Esta semana, Finlandia también manifestó sus reticencias.
«Un aumento del número de lenguas oficiales y de trabajo no sólo incrementaría la carga financiera, sino que probablemente también ralentizaría la toma de decisiones», señaló el Gobierno finés.
Este «hecho comprobable» —así denomina el independentismo al acatamiento de sus exigencias— fue reclamado por Carles Puigdemont a cambio de apoyar la designación de la socialista Francina Armengol como presidenta del Congreso de los Diputados.
Pero, visto lo visto, que esta promesa de Sánchez llegue a buen puerto parece, cuando menos, algo lejano. Pese a ello, Puigdemont y su entorno próximo le piden que cumpla su deuda. Los Estados miembros, de hecho, podrían acordar este martes que posponer su decisión.
El propio expresidente catalán usó un símil económico para dejarle claro a Sánchez que debe asumir lo pactado.
«Creo que alguien se confunde. No somos nosotros quienes necesitamos apoyos para ir a la investidura. A ver si nos entendemos: las condiciones no las pone quien te pide ayuda. Esto va al revés», escribió este domingo en un tuit. Con él, también respondía indirectamente a las palabras de la vicepresidenta Yolanda Díaz en La Vanguardia. «Cuando hay un acuerdo, no cabe unilateralidad», aseguró la líder de Sumar, en el diario catalán.
«Tienes todo el derecho a discutir las condiciones ya negociarlas, sólo faltaría. Como cuando vas al banco a pedir un crédito: puedes negociar si existe un período de carencia y el tipo de interés que te proponen, por ejemplo. Pero no puedes ponerle condiciones y pedir que renuncie a cobrar intereses. Vamos, si es que quieres que te den el crédito, por supuesto», ejemplificó.
Por otro lado, en una columna publicada este domingo en El Nacional, cabecera afín al expresident, Pilar Rahola avisa: «Si fracasa el catalán, ay, Pedrito, ay, la investidura…». La periodista y tertuliana advierte así de que el cumplimiento de la promesa de Sánchez sobre el catalán será clave de cara a que JxCAT dé sus síes en el Congreso.
Este viernes, en un intento final de vencer sus reticencias, el Gobierno de Pedro Sánchez comunicó a sus socios europeos que asumiría todos los costes que genere el reconocimiento del catalán, el vasco y el euskera como lenguas oficiales de la UE.
Pero ni siquiera esta oferta de última hora le sirvió para doblegar las reticencias y convencer al resto de Estados miembros.
🇪🇺 Guardiola participa a la nostra campanya https://t.co/xFRbaNVffK per explicar als estats de la UE les raons per acceptar el català com a llengua oficial.
💪 Ajuda el Pep a arribar a Suècia. Fes quote RT, etiqueta #SägJa #SayYes i cita el ministeri d’exteriors suec, @SweMFA! pic.twitter.com/yBARYfRfek
— Plataforma per la Llengua (@llenguacat) September 16, 2023
Nombres del deporte y la cultura, afines a Puigdemont, también han pedido a los miembros de la UE que aprueben la oficialidad del catalán. Entre otros, lo hizo el exentrenador del FC Barcelona Pep Guardiola o el actor Sergi López.
Ambos se posicionaron en el marco de la campaña Say Yes!, orquestada por la Plataforma per la Llengua.
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