Los estrategas de Bernstein han iniciado la cobertura de Arm con un consejo de ‘infraponderar’ y un precio objetivo de 46 dólares por acción. La valoración se sitúa un 24% por debajo del nivel actual de cotización de la compañía.

«Es demasiado pronto para decir que Arm será un ganador en inteligencia artificial«, han señalado desde la firma.

Tras su exitoso debut en el índice Nasdaq el pasado 14 de septiembre, que llevaron a la empresa a cerrar con una subida del 24,69%, los expertos han comenzado a mostrarse cautelosos con las perspectivas de Arm.

De esta manera, en su segundo día de cotización en Wall Street, el diseñador de chips ya cerró con caídas del 4,47%, unas pérdidas que se han repetido este lunes (-4,53%).

Para los analistas de Bernstein, la computación en la nube es un potencial catalizador de crecimiento para Arm y estiman que sus semiconductores representarán el 15% del mercado en 2025, frente al 10% del año pasado.

Sin embargo, creen que «necesitará mucho más que eso para estar a la altura de las expectativas que el mercado ha fijado«, han explicado desde el banco de inversión.

«Creemos que dos de los mayores riesgos para la historia de crecimiento de Arm durante los próximos 2 o 3 años son la competencia de RISC-V y su distancia del negocio de China, que representó el 25% de los ingresos el año pasado», han subrayado.

Con todo, Arm ha protagonizado la mayor Oferta Pública de Venta (OPV) de todo 2023 y una de las más elevadas de Estados Unidos desde que el fabricante de vehículos eléctricos Rivian debutó el 10 de noviembre de 2021.

«Con el acuerdo superado en seis veces, parece que los inversores vieron la oferta pública inicial de Arm como un juego de inteligencia artificial y se olvidaron de mirar el precio«, ha afirmado Daniel Morgan, gestor senior de cartera de Synovus Trust.

El entusiasmo en torno a la salida a bolsa de Arm viene impulsado por el hecho de que los circuitos que suministra son fundamentales en la producción de chips para teléfonos inteligentes y tienen potencial para una mayor penetración en otros mercados, como los chips para automóviles.

«Su capacidad para mantener una valoración tan elevada dependerá de si puede aprovechar con éxito la inteligencia artificial y expandirse a otras áreas«, ha indicado Victoria Scholar, directora de inversiones de Interactive Investor.