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Entre los factores que aumentan la probabilidad de sufrir hipertensión arterial están la obesidad, la ansiedad o estrés, la ingesta excesiva de alcohol, la ingesta excesiva de sal, la diabetes, el tabaco y los antecedentes familiares de hipertensión arterial

La presión arterial es la fuerza que ejerce la sangre bombeada desde el corazón contra las paredes arteriales. Tal como explica el Dr. Roberto Peraira, cardiólogo de Clínica Corachan, “si esta presión permanece elevada de forma sostenida, hablamos de hipertensión, y puede ocasionar daño en diversas partes del organismo, como el corazón, los vasos sanguíneos o el riñón”.

Para determinar la máxima y mínima de los valores de la presión arterial, nos fijamos en sus dos componentes: la presión sistólica y la presión diastólica.

La presión sistólica hace referencia a la presión de la sangre cuando el corazón late al bombearla, y es el valor más alto que se obtiene. La presión diastólica es la presión ejercida sobre las arterias cuando el corazón descansa entre latidos. Es el valor más bajo obtenido.

Niveles considerados normales

Los niveles de presión arterial varían según la edad, el género y la salud general de la persona. La siguiente tabla proporciona una visión general de los valores de presión arterial en adultos:

Categoría           Presión arterial sistólica (mm Hg)  Presión arterial diastólica (mm Hg)

Óptima                            <120                                         <80

Normal                            120-129                                   80-84

Normal-alta                    130-139                                   85-89

Hipertensión                   >140                                         >90

¿Cómo se mide la presión arterial?

  • Se necesita un aparato específico llamado esfingomanómetro (tensiómetro).
  • Lo idóneo es estar en una habitación tranquila con una temperatura de 20-25 ºC.
  • Hay que estar relajado. Ni beber, ni comer, ni fumar, ni hacer ejercicio la media hora anterior de tomarse la tensión.
  • Reposar cinco minutos antes de hacerlo.
  • Sentarse cómodamente con la espalda apoyada en el respaldo de la silla sin cruzar las piernas y quitándose la ropa que pueda apretar el brazo.
  • No hablar mientras nos toman la presión.
  • Realizar dos mediciones separadas durante, al menos, dos minutos y quedarse con el  resultado de la media de ambas. Dos o tres mediciones a la semana, en distintos momentos del día (mañana, tarde, noche) permiten tener una buena idea del grado de control de la presión.
  • Se deben apuntar las mediciones obtenidas para informar al médico.

Entre los factores que aumentan la probabilidad de sufrir hipertensión arterial están la obesidad, la ansiedad o estrés, la ingesta excesiva de alcohol, la ingesta excesiva de sal, la diabetes, el tabaco y los antecedentes familiares de hipertensión arterial.

Recomendaciones a quien sufre hipertensión

  • No fumar. Las personas hipertensas fumadoras multiplican el efecto perjudicial del    tabaco.
  • En caso de consumir alcohol, hacerlo con moderación. Evita las bebidas de alta graduación. No es beneficioso para el corazón beber cada día una copa de vino o una cerveza; puedes beber una de estas bebidas hasta 3-4 veces por semana, en días distintos.
  • Controlar su peso. Rebajar el peso reduce la presión arterial y disminuye el riesgo cardiovascular y de diabetes.
  • Hacer deporte. La realización de ejercicio físico regular consigue bajar las cifras de presión arterial.
  • Reducir el consumo de sal y comer alimentos saludables. Se aconseja consumir alimentos frescos y evitar aquellos ricos en sal (jamón serrano, jamón de York, fiambre de pavo o pollo, embutidos, quesos, conservas y precocinados). Es importante leer las etiquetas para ver la composición de los alimentos y saber si son saludables e intentar no superar un consumo diario de 3 gramos de sal.
  • Evitar el estrés. En la presión arterial influye mucho el estilo de vida.

 El Departamento de Cardiología de Clínica Corachan dispone de un amplio equipo de especialistas que realiza el diagnóstico y tratamiento de los factores de riesgo de las enfermedades del corazón.