El catalán jugará el próximo martes uno de sus partidos más trascendentales: la votación de su oficialidad en la Unión Europea. Un partido que no será nada fácil, porque necesita la unanimidad de los 27 países que conforman el Consejo de la UE y algunos ya han expresado sus reservas. Ante la posibilidad de aplazar la decisión, o de buscar alguna fórmula de consenso, la ‘consellera’ de Exteriors, Meritxell Serret (Vallfogona de Balaguer, 1975), avisa al Gobierno que no aceptaran una «rebaja» de la propuesta y le piden que haga «lo máximo» para que se apruebe.
¿Por qué es importante que el catalán sea oficial en la UE?
Es una anomalía democrática que el catalán no tenga esta consideración de oficialidad ante la Unión Europea. Es una reclamación de hace 20 años. Es una cuestión de derechos y para reforzar el proyecto europeo y la legitimidad de las instituciones de cara a los catalanoparlantes.
Para que salga adelante se necesita unanimidad, pero varios países han expresado ya reticencias. Una de ellas es el coste económico.
La oficialidad del catalán no puede estar subordinada a cuestiones económicas, y menos cuando tienen un calado menor. De acuerdo en el presupuesto del año 2022 de la Unión Europea los gastos en traducciones supusieron un 0,2 por ciento, que son unos 80 céntimos por habitante. Este no puede ser un argumento. Los catalanoparlantes somos ciudadanos europeos que contribuimos con todos los deberes y las obligaciones.
El gasto de traducciones es un 0,2% del presupuesto de la UE, supone 80 céntimos por habitante. Este no puede ser un argumento
El Gobierno se ha ofrecido a pagarlo, pero esto no ha disipado algunas dudas: como que abra la entrada de muchas más lenguas -en Europa hay más de 60- o que ralentice aún más toda la maquinaria legislativa europea.
El catalán es una lengua muy estructurada y que tienen mucho trabajo hecho a nivel académico y terminológico. Disponemos de muchos recursos para poner a disposición y que esta transición de incorporar el catalán será lo más rápida posible. Además, lenguas reconocidas como oficiales por los estados y que no tienen esta oficialidad en Europa, que es lo que dice el reglamento, solo hay cinco. Y entre estas cinco está el catalán, el euskera y el gallego.
Si no ven problemas técnicos, a qué atribuyen estas reticencias. ¿A ideología?
Puede haber reticencias por posicionamientos ideológicos. Seguramente el PP está movilizándose para que haya voces que lo puedan frenar.
El PP está movilizándose para frenar la oficialidad del catalán en la UE
Todo ello podría llevar a que, el próximo martes, se aplace la decisión.
El objetivo de la Generalitat es que llegue a buen puerto, queremos que salga adelante. Cuanto antes mejor, evidentemente. No sé si hay que dilatar o no. Pero hablamos del reconocimiento de un derecho y lo que no queremos es que se rebaje la propuesta. Si hay que dilatar, que nunca vaya como para diluir o reducir la propuesta que está encima de la mesa. Le exigimos al Gobierno español que haga lo máximo para que se apruebe.
¿Creen que no hace lo máximo?
Quiero ser prudente, porque nos interesa que salga adelante. Le exigimos al Gobierno español que haga todos los pasos necesarios, y también le reconocemos este primer paso de ponerlo sobre la mesa del Consejo.
¿Y qué papel juega aquí el Govern?
Hacer posible que se superen los obstáculos, que se resuelvan las dudas y que la propuesta llegue a buen puerto y se apruebe. Hemos desplegado al máximo toda nuestra capacidad relacional, hemos establecido contactos con diferentes países y gobiernos europeos. Pero aquí seré discreta. Lo importante es que se apruebe y llegue a buen puerto. Y también el Govern estamos plenamente preparados y a disposición para apoyar a las instituciones europeas a la hora de implementar el catalán y que sea una realidad.
¿Han ido de la mano con el Gobierno español a la hora de hacer esta diplomacia?
Cada uno tiene su rol. Quien lidera y quien ha puesto la propuesta encima de la mesa es el gobierno español. Y es a quien le pedimos y le exigimos que haga lo máximo para que se apruebe. Nosotros, con ánimo de que fructifique la propuesta, no para suplantar ni meter tarabas, estamos haciendo esta tarea de buscar apoyos.
No pedimos al Consejo de la UE que decida sobre quién tiene que gobernar el estado español. Sería antidemocrático negar este derecho de los catalanohablantes por consideraciones ideológicas
Algunos países ven oportunismo de Sánchez -por las negociaciones de la investidura- y no entienden las prisas.
Evidentemente, sale de un margen de negociación en el marco de la investidura, pero estamos hablando de derechos. No estamos pidiendo al Consejo de la UE que decida sobre quién tiene que gobernar el estado español. Sería un poco antidemocrático negar el derecho de los catalanohablantes a tener su lengua reconocida de manera oficial en la UE por consideraciones ideológicas o estrictamente económicas, o por temores internos o de que pueda molestar a alguien.
La propuesta fue un pacto de la mesa de diálogo de hace más de un año. Sin embargo, hasta la negociación de la Mesa del Congreso con Junts, el Gobierno no hizo la petición formal. ¿Junts les comunicó que habían hecho esta petición?
Creo que no revelo nada. No hubo coordinación en las negociaciones entre ERC y Junts. El hecho es que ahora está encima de la mesa. ¿Habríamos querido que pasara antes? Evidentemente que sí, pero ha pasado ahora. La negociación es a nivel de grupos parlamentarios. Como Govern, prefiero no entrar.
En estas negociaciones también se ha puesto sobre la mesa una ley de amnistía. Usted sería una de las beneficiadas, ya que tienen una sentencia condenatoria pendiente del Supremo. ¿Confía en que se apruebe?
Es fundamental esta amnistía, acabar con la represión. Entendiendola como un punto de inicio. Hay que sacar el conflicto político de los tribunales y conseguir una cierta igualdad de condiciones, para avanzar en la solución política y democrática del conflicto, que pasa por reconocer el derecho de autodeterminación. Hay que mantener y reforzar esta mesa de negociación que ya hay entre gobiernos y que tiene que continuar para resolver definitivamente el conflicto político. Y también para el bienestar de la ciudadanía, avanzar en la justicia fiscal y el traspaso de Rodalies.
¿Basta con el compromiso de aprobar la amnistía o se tienen que aprobar antes de la investidura?
Este tema se está negociando y no entraré. Nos lo tomamos muy en serio y queremos que llegue a buen puerto. Cuanto antes tengamos la amnistía, mejor. Todo lo que podamos hacer hoy, no lo dejaremos para mañana.
Cuanto antes tengamos la amnistía, mejor. Todo lo que podamos hacer hoy, no lo dejaremos para mañana
¿No tiene que ser una condición ‘sine qua non’ para la investidura que se apruebe antes?
No estoy en una negociación y lo último que quiero es interferir. Nos ha costado mucho esta vía de la negociación, que empezó ERC, y entendemos la amnistía como la evolución del trabajo de estos años. La amnistía es un paso importante, necesario y que queremos que sea una realidad. Ahora hay la oportunidad, trabajaremos con rigor para que lo sea.
PP, Cs y Vox han empezado una campaña en contra de esta amnistía, y SCC ha convocado una manifestación el 8 de octubre contra esta amnistía.
Desgraciadamente, es un déjà vu. Lo vimos también con el Estatuto. Realmente, es ir contra la propia democracia. L soberanía es de la ciudadanía y se expresa a través de las elecciones y de sus representantes al legislativo, que es donde se tiene que aprobar esta ley de amnistía. El sistema es imperfecto y somos los primeros en denunciar algunas vulneraciones, pero lo que no haremos es dar por buenas según que expresiones que, precisamente, van a atentar contra la división de poderes y a ningunear el legislativo.