«Lo que ha sucedido este verano no puede repetirse nunca más». El autor de la frase es el secretario general de la federación de Servicios de UGT en las islas, José García Relucio, pero ésta es respaldada por su homóloga en CCOO, Silvia Montejano. Con ella, ambos hacen referencia a las cargas de trabajo que los asalariados del sector hotelero, de la restauración y del ocio nocturno han padecido durante la temporada alta de este año, y va acompañada además de una amenaza: si a principios del próximo periodo estival vuelve a detectarse una escasez tan notable de trabajadores en los negocios turísticos, se convocarán protestas y concentraciones ante los establecimientos en los que se den estas situaciones.
El próximo día 19 está convocada una reunión de la comisión paritaria del convenio de hostelería, a la que deben acudir representantes tanto de las patronales que agrupan a los sectores antes señalados como de los sindicatos. Es en este encuentro donde García Relucio reconoce su intención de dar un ‘golpe sobre la mesa’ y advertir a la parte empresarial que el desgaste al que se han visto sometidos los empleados vinculados a la actividad turística ha sido intolerable.
Montejano refuerza esa afirmación señalando que este verano ha sido tan duro o en algunos casos incluso peor que el de 2022, con unas cargas de trabajo que tienen unos efectos evidentes sobre la salud de estas personas, y que impiden cualquier conciliación familiar, y se suma a la hora de subrayar que bajo ningún concepto durante 2024 se pueden volver a registrar este tipo de situaciones.
Ambos coinciden en que la temporada ha sido especialmente dura en el caso del personal de cocina, ya que además que la escasez de personal que se ha dado hay que sumar las elevadísimas temperaturas en las que se han visto obligados a trabajar durante unos meses que se han caracterizado además por la acumulación de olas de calor. Hay que recordar que los propios empresarios han reconocido que el ‘robo’ de trabajadores entre empresas, mejorando las ofertas laborales para atraerlos, ha sido especialmente intenso entre este tipo de asalariados.
Por ello, se advierte que no puede repetirse un verano en el que los trabajadores se vean obligados a realizar tantas horas extras y renunciar a días de descanso, y que además no siempre se compensan adecuadamente.
Advertencia de conflictividad
La amenaza que el representante de UGT hace es la de poner en marcha una temporada de 2024 con conflictividad. En concreto, apunta la intención de chequear junto con las plantillas de cada establecimiento la situación de personal en la que se encuentra al inicio de la próxima temporada, y en el caso de repetirse esa escasez de mano de obra, organizar protestas ante estos locales para que también los clientes sepan la situación que sufren las personas que les atienden.
Hay otro punto sobre el que los representantes de UGT y CCOO coinciden, y es el retraso con qué las empresas hoteleras están haciendo la medición de las cargas de trabajo de las camareras de piso, tal y como se acordó en el convenio del sector, y además se recuerda que es necesario iniciar la correspondiente a otras áreas de los hoteles, con la de cocina como prioritaria, seguida de la de sala y bar, recepción, y servicios técnicos.
Para ello, se anuncia la pretensión de tener cuando antes la primera reunión con el nuevo director general del Instituto Balear de Seguridad y Salud Laboral (IBASSAL), Magín Cabrer, para abordar estas cuestiones y buscar que este proceso se ponga en marcha con la mayor celeridad, al estar contemplado en la Ley Turística de las islas, según subraya Montejano.
Por lo que respecta a las excesivas cargas de trabajo de este verano, el portavoz del PSIB-PSOE y anterior conseller de Trabajo, Iago Negueruela, considera que estas situaciones se han vivido porque durante los dos últimos meses no ha habido ningún responsable de Salud Laboral en el nuevo Govern de Marga Prohens para impulsar y controlar las actuaciones que el anterior Ejecutivo dejó planificadas.
Negueruela recuerda que ante un problema como el exceso de cargas de trabajo es necesario impulsar las inspecciones, pero también reunirse y hablar con las partes. «Lo que no puede suceder es que se quede sin nombrar al director general en plena temporada alta», y se recuerda que ese nombramiento al frente del IBASSAL no se produjo hasta el día 1 de este mes.
Además, el portavoz socialista lamenta la «equidistancia» que en su opinión el nuevo conseller de Empleo, Alejandro Sáenz de San Pedro, parece querer mantener entre empresarios y trabajadores. Según subraya Negueruela, el derecho laboral está para proteger a los segundos, porque son la parte «mas débil».