El Gran Premio de Singapur ha tenido un gran protagonista. Carlos Sainz ha dado una lección de pilotaje y ha sabido a sobreponerse a todas las circunstancias y a un final de carrera trepidante, con los Mercedes acechándole en las últimas vueltas gracias a su ventaja con los neumáticos nuevos tras el último safety car. En el lado opuesto, los grandes derrotados han sido los Red Bull, por primera vez fuera del podio este año, con Verstappen 5º y Pérez 8º. Pero todavía ha habido un pìloto más damnificado, Fernando Alonso, que ha vivido un auténtico infierno en la pista de Marina Bay.
El asturiano ha arrancado séptimo en parrilla, sin grandes expectativas, consciente de que su monoplaza no tenía ritmo ni velocidad para atacar este fin de semana. Tras una buena salida le ha ganado la posición a Kevin Magnussen para situarse sexto. Y a partir de aquí, la cosa se ha torcido del todo.
«Este coche es inconducible», se ha quejado Alonso por radio para confirmar el desastre, después de recibir una sanción de 5 segundos por sobrepasar la línea del pit lane. Un error de pilotaje impropio de él y sin duda producto de su nerviosismo ante el mal rendimiento de su Aston Martin.
Al entrar por segunda vez a boxes, dispuesto a cumplir la penalización, cuando aún rodaba en el top diez, se ha atascado una rueda del AMR23 y la parada de Fernando se ha ido hasta los 25 segundos. Aquí se acabado todo. Alonso ha caído hasta el 16º puesto, que al final ha sido un 15º por el accidente de Russell en la última vuelta de carrera.
«No teníamos el ritmo que esperábamos. Y han pasado demasiadas cosas. Un error al entrar en boxes, una parada no muy buena, tráfico. Todo en una sola carrera. Tenemos que analizarlo porque el coche era muy difícil de pilotar, tenía muy poco agarre en la parte trasera. Matamos los neumáticos muy rápido después de la parada en boxes y fue una carrera muy dura. Necesitamos mejorar para la próxima carrera», ha resumido.
Alonso, que ha perdido la tercera posición en el Mundial de pilotos con Hamilton, ha comparecido ante la prensa con gesto de disgusto. «Una carrera para olvidar, seguro», ha dicho el asturiano. «Se ha complicado desde el principio, no había ritmo. Esperemos que sea mejor en Japón. Todos esperábamos un buen fin de semana en Singapur y no ha sido el caso. Así que tal vez en Japón no esperemos magia y nos llevemos una agradable sorpresa», ha zanjado