La leyenda de los Beatles no hace más que agrandarse. Hace más de cincuenta años que se separaron y más de cuarenta desde el fallecimiento de John Lennon. Sin embargo, su legado está presente en la cultura pop y su figura como iconos de la música sigue teniendo relevancia. Hasta el punto de que cualquier detalle que se encuentre de su tiempo en la Tierra es muy preciado.
¿El mejor ejemplo? El espectacular Patek Phillippe 2499 de John Lennon, que llevaba cuarenta años perdido y ha reaparecido recientemente. Gracias a una demanda en Ginebra se ha descubierto el motivo de tanto tiempo de ausencia y de su repentina reaparición.
Solo hay 349 relojes como este en el mundo
Solo hay 349 relojes como este en el mundo, considerado uno de los más preciados del planeta. El hecho de que perteneciera a John Lennon, y que solo haya una foto del artista luciéndolo, suma aún más a su valor. Todo esto lo convierte, probablemente, en el más caro del mundo.
Por el cuarenta cumpleaños de John Lennon, solos dos meses antes de su muerte, Yoko Ono le compró al músico un Patek Phillipe 2499. Una pieza de coleccionista con circunferencia de oro de 18k, cristal de zafiro, calendario perpetuo, cronómetro, fases lunares y calendario germánico. Es de la cuarta serie, la última de este modelo, y lo compró en Tiffany’s, pidiendo que lo grabaran con una palabra misteriosa en el dorso.
Pero si el cumpleaños de Lennon fue el 9 de octubre, el 8 de diciembre fallecía a las puertas de su casa. Mark David Chapman le disparó cinco veces por la espalda y acabó con su vida horas después de que le hubiera firmado un disco. Su cuerpo se incineró, pero no se sabe qué pasó con el reloj.
El chófer de Yoko Ono se fue con el tesoro
En 2006, el que fuera chófer de Yoko Ono, Koral Karsan, fue detenido por intentar extorsionar a la artista. Le exigía 2 millones de dólares para no publicar audios y fotos que había grabado a escondidas, incluso amenazando con matarla a ella y a su hijo.
Karsan aseguraba que había tenido una relación con Yoko Ono, lo que no facilitó su caso. Pero se declaró culpable por un delito menor y fue deportado a su país, Turquía. En 2017, se descubrió debido a la quiebra de una casa de apuestas que el exchófer había estado robando en casa de la artista. Se había llevado objetos y recuerdos del cantante, incluyendo gafas, diarios… y el preciado reloj. Pero no llegó a los oídos de la que fuera pareja del propietario.
Las vueltas que ha dado el reloj
Los documentos demostraban que la pieza, conocida por los coleccionistas como Lennon 2499, había pasado por ahí. Sin embargo, al no poder confirmar a quién pertenecía, la casa de apuestas había vendido el reloj a un italiano que vive ahora en Hong Kong. Un marchante de arte con dudosa reputación que perteneció a la administración de la casa de subastas y que se lo llevó por solo 600.000 euros, una cantidad ínfima comparada con su valor real.
Como referencia, en 2020 se vendió en Sotheby’s un reloj de la misma marca, modelo y serie, con certificado y en perfectas condiciones, por unos 768.000 euros. Y eso que no tenía la importancia y valor añadido de haber pertenecido a John Lennon.
No fue hasta que este marchante de arte italiano quisiera vender el reloj a Christie’s en Ginebra que la historia llegó a los oídos de Yoko Ono, en septiembre de 2014. La empresa de subastas hizo lo que tenía que haber hecho la alemana y contactó con la artista personalmente. Ella se mostró sorprendida, pensando que aún tenía en un cajón el reloj y otros objetos que hacía 35 años que no veía.
Pelea de demandas
A pesar de que Yoko Ono quiso recuperar el reloj desde Estados Unidos, tuvo que presentar una demanda en Suiza para intentarlo. Mientras tanto, en Alemania se preocupaban por sus propias piezas robadas, llegando a declarar al primer comprador de Karsan culpable.
Por su parte, el juzgado de Ginebra ya ha decretado que la impresionante joya le pertenece a la artista, que no hay pruebas de que fuera regalado a Karsan. Y el hecho de que el resto de piezas de Alemania se hayan demostrado robadas no ayuda a su situación. Ha sido entonces cuando se ha hecho público todo el caso, y las vueltas que ha dado el preciado reloj. Que por cierto, lleva bajo llave desde que fue descubierto por Christie’s.
A día de hoy todavía puede haber un recurso más en el caso, pero todo apunta a que el fantástico reloj volverá a a manos de Yoko Ono. Y teniendo en cuenta que se ha protegido la inscripción en el dorso, y que lleva años luchando por recuperarlo, todo parece indicar que no quiere venderlo. Incluso aunque lo hayan valorado entre 5 y 10 millones de euros.