Primero iba a ser una manifestación, después un macro-acto y finalmente será un mitin. Primero se barajó la Plaza de Colón, después se habló de Plaza de España y finalmente será en un aforo mucho más pequeño: la plaza de Felipe II. En un primer momento, el PP iba a organizar su evento en defensa de la unidad de España y contra la amnistía el sábado 23 de septiembre aunque finalmente tendrá lugar el domingo 24 de septiembre a las 12:30 horas.
Ni la fecha ni el lugar es casual. A esa misma hora el Real Madrid de baloncesto juega en el Wizink Center, el estadio que se encuentra en la mismísima plaza que el PP ha elegido para celebrar su acto.
Con esta decisión, el PP consigue dos cosas: En primer lugar, reducir el espacio en el que tiene que celebrar su mitin debido al perímetro de seguridad que las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado tendrán que establecer para que los aficionados del club blanco puedan entrar al estadio. En segundo lugar, conseguir que la mera presencia de los espectadores en los momentos previos al partido consiga llenar la plaza.
Un mercadillo frente a un partido de baloncesto
Sin embargo, esta decisión ridiculiza la excusa que desde Génova 13 se lanzó este viernes para justificar que el acto no se celebrase en la madrileña Plaza de España.
Y es que en el PP esgrimieron que la celebración de ‘La Hispanoamericana’, una especie mercadillo con motivo de las celebraciones del Día de la Hispanidad, les impedía realizar allí su acto. Todo ello a pesar de que la plaza de España tiene una superficie de 32.270 metros cuadrados aproximados.
Sin embargo, los populares no ven problema alguno en celebrar su acto en una plaza, la de Felipe II, con una superficie de 12.300 metros cuadrados, a la misma hora a la que asistirán en torno a 8.000 personas al partido de baloncesto que enfrentará al Real Madrid contra el Casademont Zaragoza.
Aforo aproximado de Plaza de España. Google Earth.
Aforo aproximado de Plaza de Felipe II. Google Earth.
Cambios de postura
El cambio de ubicación del evento del PP y sus implicaciones han generado especulación y debate en la arena política española. Mientras que el partido busca enfocarse en su discurso y evitar etiquetas como «mitin» o «manifestación», queda por verse cómo impactará esta decisión en su relación con Vox y en su posición ante temas candentes como la amnistía. La presencia de figuras prominentes como Aznar y la inminente manifestación en Cataluña añaden un matiz adicional a este intrigante panorama político.
Y es que el cambio de localización del evento, junto con un ajuste en el enfoque de los discursos, ha llevado a algunos observadores a cuestionar si el PP estaba respondiendo a presiones internas o externas. Algunos de los factores que podrían estar influyendo en esta decisión podría están relacionados con el temor.
Por un lado, está la reciente reducción en la capacidad de asistencia al evento, lo que podría interpretarse como un «pinchazo» en el entusiasmo inicial. Por otro lado, existe la preocupación de que la vinculación del PP con Vox pueda tener un impacto negativo en su imagen y su capacidad para atraer a un espectro más amplio de votantes.
En los últimos días, el PP ha enfatizado que este evento se trata de un «acto» y no de una «manifestación» ni de un «mitin» convencional. En él, Alberto Núñez Feijóo tiene la intención de «definir algunas de las prioridades que marcarán el discurso de investidura» y reiterar su «rechazo a cualquier planteamiento que pase por tratar de un modo diferente a los ciudadanos de uno u otro territorio».
Respecto a la cuestión de su relación con la estrella derecha, la postura de los populares es ambigua. El PP ha declarado que se trata de algo «abierto», pero lo cierto es que no ha cursado invitación a ningún partido en particular.
Un evento más al estilo de Aznar que de Feijóo
El «acto» programado por el PP difiere considerablemente de lo que José María Aznar sugería cuando hablaba de una «gran revelión nacional» y «democrática» contra la amnistía. Aznar y su homólogo Mariano Rajoy asistirán al evento que se celebrará en los alrededores del Wizink Center, lo cual podría indicar un apoyo moderado en lugar de una revuelta masiva.
En este contexto, las palabras de Aznar sugieren que su interés se centra más en la manifestación convocada por Societat Civil Catalana el próximo 8 de octubre, donde ya han confirmado su asistencia figuras destacadas del PP como Isabel Díaz Ayuso, Alejandro Fernández y Cayetana Álvarez de Toledo.