Entre esta frase, «El mercado del petróleo se equilibra: adiós a las previsiones de 100 dólares por barril», y esta otra, «Bank of America anticipa un petróleo a 100 dólares a corto plazo», han pasado apenas cuatro meses. En ese tiempo, y más concretamente desde principios de julio, el crudo ha subido cerca de un 30%.

«La corrección del petróleo, tanto en el caso del Brent como el WTI, empezó en marzo de 2022 y le llevó a unos precios razonables, pero ahora ya podemos decir que ha finalizado«, afirma tajante César Nuez, analista de Bolsamanía y responsable de Trader Watch. Técnicamente, también cree que va camino de los 100 dólares el barril.

100 dólares. Ese el nivel que aparece ahora en todas las predicciones. Bank of America opina que se alcanzará a corto plazo. Ostrum AM también estima que el crudo se acercará rápidamente a ese precio, mientras que RBC se muestra más comedido y reconoce que los 100 dólares no son su escenario base. En concreto, los estrategas de la firma prevén que el Brent, de referencia en Europa, cerrará el ejercicio en 91 dólares.

LA LUCHA OFERTA-DEMANDA

La fórmula del petróleo es ‘sencilla’, a priori. Hace falta que la oferta y la demanda estén equilibradas para evitar caídas o subidas bruscas. Cuando ese equilibrio se pierde, es cuando vienen los sustos. Y actualmente la demanda parece mucho más fuerte que la oferta, lo que está provocando estas contundentes alzas.

Diversos organismos han presentado esta semana previsiones débiles sobre la oferta. La Agencia Internacional de la Energía (AIE) alertaba sobre los continuos recortes de suministro realizados por los líderes de la OPEP+ (el cártel de grandes productores de crudo junto a otros países, como Rusia), indicando que la demanda eclipsará a la oferta en 1,2 millones de barriles diarios de media durante el segundo semestre. Este informe se publicó el miércoles, justo un día después de que la propia OPEP anunciara que el mercado se enfrenta a un déficit de más de 3 millones de barriles diarios en el próximo trimestre, lo que podría provocar «la escasez de suministro más importante en más de una década», alerta Stephen Innes, gestor de SPI AM.

«Ya podemos decir que la corrección del petróleo, que empezó en marzo de 2022, ha finalizado»

Mientras tanto, la demanda sigue fuerte de la mano de China que, aunque no pasa por su mejor momento económico, sigue mostrando unas tendencias del transporte «bastante positivas», como señala Francisco Blanch, responsable global de materias primas y derivados de Bank of America. Además, los buenos datos publicados por China esta semana (producción industrial y ventas minoristas) han contribuido a apuntalar a los toros del crudo, afirma Ipek Ozkardeskaya, analista sénior de Swissquote Bank. Curiosamente, estos buenos datos son un ‘arma de doble filo’. Animan al mercado, que quiere una China fuerte, pero preocupan, ante las expectativas de que el crudo siga subiendo y con él la inflación, dando al traste con la tesis prevalente de desinflación.

En este sentido, cabe subrayar que los combustibles cotizan muy por encima de los precios del crudo, ya que los transformadores se esfuerzan por satisfacer la fuerte demanda de los usuarios finales, detalla Blanch. Los combustibles pesados, que pueden producirse más fácilmente a partir de crudo ruso y de Oriente Medio, más densos que el petróleo de esquisto estadounidense, han registrado subidas de precios aún más acusadas que el crudo y la gasolina, recalca. Según el informe de esta semana del Departamento de Trabajo de EEUU, los precios de la energía cobrados por los proveedores subieron aproximadamente un 11% en agosto. Este repunte abarca las notables subidas de precios de la gasolina, que aumentó un 20%, el combustible para aviones, con un incremento del 24%, y el gasóleo, con una sustancial subida del 41%.

Con todo, en buena medida el mercado está en manos de los grandes productores. Bank of America reconoce que si la OPEP+ mantiene los actuales recortes de la oferta hasta finales de año en un contexto de demanda positiva en Asia, «los precios del Brent podrían superar los 100 dólares el barril antes de 2024«.

La OPEP ratificó el pasado mes de agosto el recorte de producción hasta finales de año, que limita el bombeo combinado de petróleo a 40,463 millones de barriles diarios. Arabia Saudí, el mayor productor de petróleo, dijo a principios de este mes que extenderá hasta finales de 2023 su recorte voluntario de producción de 1 millón de barriles por día.

«Nadie duda de que la decisión de la OPEP+ (sobre la producción de petróleo) del mes pasado mantendrá el mercado del petróleo muy ajustado en el cuarto trimestre», afirma Edward Moya, analista de Oanda, quien reconoce que «apostar por el petróleo se está convirtiendo en una de las operaciones favoritas de Wall Street».