El dato lo aportan los cirujanos plásticos. La media de espera para someterse a una operación de reducción de pecho en la sanidad pública española es de entre cuatro y cinco años. Una demora que en muchos casos, es pura tortura para las pacientes y que les obliga a acudir a la sanidad privada para someterse a una intervención que nada tiene de estética porque está directamente relacionada con su salud. A la visibilidad de la gigantomastia o hipertrofia mamaria, el aumento anormal de las mamas, que tanto dificulta la vida de algunas mujeres, ha contribuido notablemente la cantante Ruth Lorenzo quien ha confesado que sus pechos no paran de crecer, que ya se ha sometido a dos operaciones e, incluso, se plantea retirarse las mamas en una tercera intervención.
En 2021, el volumen de operaciones de cirugía plástica superó las 200.000 intervenciones en España, un 215% más que hace una década. Son datos del informe ‘La realidad de la Cirugía Estética en España, el último elaborado por la Sociedad Española de Cirugía Plástica Reparadora y Estética (SECPRE) que la sociedad científica acaba de presentar. La encuesta recopila información de dos fuentes: por un lado, hospitales y centros sanitarios privados registrados por las comunidades autónomas y, por otro, la que aportan los propios cirujanos plásticos asociados a la sociedad científica.
En 2021 se realizaron un total de 13.267 reducciones de pecho en la sanidad privada
El ranking de intervenciones más solicitadas está encabezado por la cirugía de mama. En 2021, se realizaron 107.540 procedimientos. Del total, un 6,5% de las cirugías -un total de 13.267- fueron reducciones de pecho. Intervenciones que, en gran parte, se realizan en la sanidad privada porque, como explicado, el doctor Jose Luis Vila Moriente, cirujano plástico y presidente de la Fundación Docente SECPRE, la lista de espera en la sanidad pública es de hasta cinco años, lo que obliga a las pacientes a pagarse la operación de su bolsillo.
Disminuir el tamaño de las mamas
La propia sociedad explica que la reducción es un procedimiento quirúrgico para disminuir el tamaño de las mamas, mediante la extirpación de grasa, tejido mamario y piel, haciéndolas más pequeñas, ligeras y firmes. Además puede reducir el tamaño de la areola. Las mujeres con mamas grandes tienen problemas debidos a ese exceso de peso, como el dolor de espalda y de cuello, irritaciones de la piel debajo de la mama y problemas respiratorios. La finalidad de la intervención es proporcionarles unos pechos más pequeños y con una forma más proporcional al resto de su cuerpo.
La reducción de mamas se realiza generalmente para aliviar un problema físico, más que por motivos puramente estéticos, puntualiza la SECPRE. En la mayoría de los casos se espera hasta que el pecho se haya desarrollado completamente, aunque puede realizarse antes si los problemas físicos son muy importantes. Este procedimiento no está recomendado en mujeres que pretendan dar el pecho tras el embarazo.
La realidad de la espera
Pero la reducción mamaria sólo está incluida en las prestaciones de la sanidad pública en casos extremos. Los requisitos, son muy estrictos, explica a El Periódico de España, de Prensa Ibérica, la doctora Beatriz Albi, miembro de la Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia (SEGO) y ginecóloga en el Hospital Fundación Jiménez Díaz de Madrid. «Al final, en la gigantomastia, que lo podemos llamar así, quien decide si la mujer es candidata a hacerse una cirugía son los cirujanos plásticos. Los ginecólogos podemos valorar, pero tenemos que derivar a la paciente y ellos toman las decisiones«, indica.
La magnitud real del problema de la gigantomastia es desconocida pero probablemente infraestimada puesto que no existe un registro de estas pacientes
La gigantomastia se considera una verdadera patología y se describe como un exceso de tejido mamario superior a 1 kilogramo en cada pecho. «La magnitud real del problema de la gigantomastia es desconocida pero probablemente infraestimada puesto que no existe un registro de estas pacientes y en muchas ocasiones existe una controversia sobre la indicación por motivación estética o patológica», se indica en un trabajo fin de grado firmado por Eva Requena Losada, del Departamento de Cirugía, Ginecología y Obstetricia, de la Facultad de Medicina de Zaragoza, titulado ‘Creación de un modelo de priorización de pacientes diagnosticadas de gigantomastia en lista de espera quirúrgica’, de 2021.
La investigación advierte que en nuestro país no existe «un criterio uniforme que seleccione cuáles de estas pacientes que acuden al sistema público de salud por tener mamas de gran tamaño tienen indicación médica y son sufragadas por el mismo». El Servicio Aragonés de Salud (SALUD), por ejemplo, estableció «como indicación quirúrgica aquellas pacientes con macromastia cuya reducción estimada supere los 1000 gr. por mama y las que con pesos estimados menores sean valoradas por especialistas de traumatología, rehabilitación o reumatología como candidatas por la mejoría esperada de su patología músculo-esquelética«, detalla la investigación.
La limitación «de disponibilidad de quirófanos es generalizada en nuestra comunidad, especialmente en esta patología, no prioritaria para el SALUD, dando origen a listas de espera en continuo crecimiento, retrasando en años la cirugía de reducción mamaria con las implicaciones físicas y psico-sociales que conlleva«, se añade en el trabajo de Eva Requena.
Los requisitos
Para admitir a una paciente en este tipo de intervención, los requisitos suelen ser que, además de causar problemas de espalda, no tenga obesidad y que exista más de un kilo de masa mamaria en cada seno, aunque en España no se ha marcado de forma oficial un peso por mama para entrar en la cartera de servicios. Además, el pecho debe medir 31 centímetros desde la clavícula al pezón, aunque eso también varía dependiendo de los centros, recuerdan los cirujanos plásticos.
La doctora Albi admite que no suele ver en consulta numerosos casos de gigantomastia. Lo atribuye a que las pacientes suelen ser derivadas o acuden directamente a los cirujanos plásticos. Explica en qué consiste la hipertrofia mamaria: «El tejido mamario tiene dos partes: una que es tejido glandular, que sirve para formar la leche para la lactancia materna y, luego, el tejido graso. Las mamas pueden aumentar bien por un tema hormonal -indica que si te tomas anticonceptivos, por ejemplo, se te inflama un poco el tejido e, incluso, la mama puede crecer o puede suceder en el embarazo- pero también al subir de peso te puede aumentar el tejido graso y aumentar el pecho».
En la postmenopausia, abunda, también puede aumentar la mama porque se va cambiando el tejido glandular y se queda solo el tejido mamario. «Al tenderse a subir de peso, también puede crecer la mama y aparecer una más grasa, más pesada. También pueden ocasionar molestias, por mayor volumen y mayor cantidad de grasa», explica la ginecóloga a quien le consta que, por lo que le cuentan sus colegas de cirugía plástica, «la cirugía de reducción de mamas es la que más satisfacción produce a quien la solicita».
La enfermedad de Ruth
En una clara lucha por dar visibilidad a este problema, la cantante Ruth Lorenzo revelaba el pasado mayo que padece hipertrofia mamaria: «Mi cuerpo es súper sensible a las hormonas femeninas y me crecen los pechos sin parar«, compartía públicamente en el documental ‘Hablamos de tetas’, de la plataforma Freeda. La artista murciana, ahora en plena promoción de su nuevo single Woman, ha hablado de un problema de salud que arrastra desde la adolescencia.
«El tema de mis tetas ha sido un aprendizaje para mí», señala la cantante, de 40 años, recordando cómo empezó a ser consciente del aumento de sus pechos, más allá de lo normal, desde la pubertad. «Me crecíó el pecho tan, tan rápido…. De estar super plana pasé a, de repente,…los niños pensaban que me ponía calcetines», explica la cantante en el documental. «No te da tiempo, mentalmente, a desarrollarte de una manera para comprender lo que te está pasando en el cuerpo. Tu cupero se desarrolla mucho antes que tu mente», añade.
La hipertrofia mamaria que tiene Ruth Lorenzo le ha llevado a someterse a dos reducciones de mama «y voy a por la tercera»
La hipertrofia mamaria que tiene Ruth Lorenzo, describe, le ha llevado a someterse a dos reducciones de mama «y voy a por la tercera. Lo más seguro es que tengan que retirarme la mama completamente para tener que evitar seguir operándome». Recuerda que la primera vez que se operó fue en Londres y fue un cirujano italiano el que la intervino. «¡Y fíjate lo que me dijo!. ¿Pero por qué quieres ir de esto a esto?. Como diciendo: ¡’Si tienes unas tetazas!‘». Su condición, añade, le hace más propensa a padecer un cáncer de mama.
Lorenzo finaliza hablando de la tortura que supone su dolencia. «No quiero hacer deporte con tres sujetadores. ¡Tres!. Se trata de que soy una mujer superactiva, que me encanta el deporte, en el escenario no paro y que quiero sentir que puedo abrir los brazos y moverme…», dice la artista que, confiesa, en ese mismo escenario, ha deseado muchas veces «ser invisible, sólo ser escuchada» y concluye con un mensaje clarísimo: «Soy más que unas tetas».