No ha sido un verano tranquilo en Cáceres. Por segundo año consecutivo, un brote de legionela ha desatado la alarma entre sus vecinos. Desde el pasado mes de agosto, una persona ha fallecido como consecuencia de la infección (el año pasado murieron cinco personas) y más de una decena han dado positivo en legionelosis.
Aunque la administración local anunció que ocho fuentes situadas en la ciudad habían sido clausuradas por la aparición de legionela en ellas, y a día de hoy todavía continúan cerradas al público, aún no hay rastro del origen de esta bacteria. Aunque hay tratamientos, no se dispone en la actualidad de una vacuna contra esta grave enfermedad.
Y es que, como explica a este diario el doctor Julio García, portavoz de la Sociedad Española de Enfermedades Infecciosas y Microbiología Clínica (SEIMC), es una bacteria realmente «preocupante» porque, sobre todo, afecta «personas mayores de 50 años que, bien tienen enfermedades previas o están inmunodeprimidas (con las defensas bajas)».
De hecho, todos los casos confirmados de legionela en la ciudad de Cáceres son mayores de 50 años. Este mismo jueves, el Servicio Extremeño de Salud (SES) confirmó un nuevo contagio. Se trata de un hombre de 76 años que se encuentra ingresado en el Hospital San Pedro de Alcántara. Con este, ya son 12 los casos registrados en la capital cacereña en lo que llevamos de verano.
¿Dónde se encuentra la bacteria legionela?
- «Están en el mundo natural y se han encontrado en el agua de lluvia, lagos y ríos. El problema surge cuando se contaminan los sistemas que utilizan agua para su funcionamiento».
Los sistemas de agua caliente, tales como spas y duchas, así como nebulizadores y fuentes ornamentales son los principales focos de contagios, aunque también se han producido brotes en establecimientos cerrados tales como hospitales u hoteles.
La enfermedad tiene una presentación estacional, por lo que es habitual que los casos se produzcan con mayor frecuencia «a finales de verano y en otoño».
¿Por qué Cáceres es una de las ciudades más afectadas por esta bacteria?
A la espera de los resultados de las autoridades sanitarias extremeñas, el doctor García explica que todas las administraciones «están obligadas a realizar inspecciones para evitar su proliferación en espacios públicos (Real Decreto 865/2003, de 4 de julio)».
- La principal medida de prevención para los casos de legionela, por ejemplo, en una fuente ubicada en un parque público, es evitar los estancamientos de agua, ya que altera la calidad química y microbiológica del agua. Y en caso de que se haya detectado un brote de legionelosis, hay que realizar una limpieza exhaustiva.
El tratamiento más habitual, recalca el especialista, son «los choques térmicos, incrementando la temperatura de los conductos de distribución de agua». De esto, se encarga una empresa especializada.
Síntomas de la legionelosis
La bacteria Legionella pneumophila puede causar dos formas de enfermedad: no pulmonar (o fiebre de Pontiac) o pulmonar.
Forma «no pulmonar»:
ablamos de una infección aguda que se manifiesta con síntomas que se podrían confundir con los de una gripe y que se resuelve espontáneamente.
Su periodo de incubación oscila entre unas 2 y 48 horas, remite al cabo de 2 a 5 días y entre los síntomas más habituales se encuentran:
- Fiebre
- Escalofríos
- Cefalea
- Malestar general
- Dolor muscular
La forma pulmonar, o también llamada legionelosis:
Tiene un periodo de incubación de 2 a 10 días, aunque se han registrado casos en los que se ha alargado hasta los 16 días, y la sintomatología inicial pasa por:
- Fiebre
- Pérdida de apetito
- Cefalea
- Malestar general
- Letargo
- Dolor muscular
- Diarrea
- Confusión
Tratamiento
La infección por legionela requiere de ingreso hospitalario (debido a la neumonía que produce) y tratamiento con antibióticos, de 10 a 15 días. Las posibles complicaciones de la enfermedad incluyen insuficiencia respiratoria y, en el peor de los casos, el fallecimiento.
El pronóstico, recalca el doctor Julio García, «es mejor cuanto antes se detecte (por muestra de orina o PCR) la infección».
Las enfermedades respiratorias tienen un alto impacto de mortalidad, con un promedio de 43,6 muertes por 100.000 habitantes. Fueron la tercera causa de muerte más común en el conjunto de Europa, por detrás de las enfermedades cardiovasculares y el cáncer.
España, uno de los países con más casos de legionela
Nuestro país es, junto a Francia, Alemania e Italia, uno de los países europeos con más casos diagnosticados de legionela.
De acuerdo al último informe elaborado por el Centro Europeo para la Prevención y Control de Enfermedades (ECDC), en 2021 estos países concentraron el 75% de todos los casos notificados (10.700) y 704 fallecimientos. Así, la tasa es de 2,4 casos por cada 100.000 habitantes. El grupo más afectado, los mayores de 65 años (8,9 casos por 100.000 habitantes).
Y la explicaciones es muy sencilla: «afecta especialmente a los países mediterráneos y a la necesidad de estar refrigerados». A la legionela le gustan las temperaturas veraniegas (y más en zonas como Extremadura), y su proliferación se debe al mayor uso de agua y al uso de los aires acondicionados que ayudan a la dispersión de estas bacterias y el consiguiente contagio.