La agencia de calificación S&P Global ha confirmado este viernes sus calificaciones crediticias soberanas no solicitadas de largo y corto plazo, en moneda local y extranjera, de ‘A/A-1’ para España, con perspectiva ‘estable’.

Esta perspectiva refleja «riesgos equilibrados para la solvencia de España, dada la elevada deuda pública, el debilitamiento de la demanda en socios comerciales europeos clave y la incertidumbre política».

«Al mismo tiempo, prevemos que la economía española se expandirá más rápido que la media de la eurozona, dada la resiliencia del mercado laboral, y a pesar de nuestra expectativa de precios del petróleo y el gas algo más altos durante el resto de 2023 y en 2024. El desapalancamiento continúa y la liquidación del balance del Banco Central Europeo (BCE) debería reducir el pasivo de la posición de inversión internacional neta general de España frente al resto del mundo», agrega.

Si se cumple su escenario más pesimista, la agencia podría bajar las calificaciones si «la posición externa de la economía y la posición presupuestaria del gobierno se deterioran».

«Esto podría ocurrir, por ejemplo, si la cuenta corriente de España se deteriora inesperadamente, o si la deuda pública revierte su trayectoria descendente debido a desvíos presupuestarios (por ejemplo, debido a presiones de gasto)», explican.

Por otro lado, su mejor escenario contempla una mejora de las calificaciones «si la posición externa del soberano se fortalece, la deuda pública/PIB disminuye a un ritmo más rápido» de lo que espera actualmente «y el sistema bancario comercial de España sigue siendo rentable y financiado en gran medida internamente (en términos netos)».

En general, S&P Global considera que «la incertidumbre política persistirá«, y que «la desaceleración de las economías de los socios comerciales de la zona del euro y el endurecimiento de las condiciones crediticias suavizarán el crecimiento de España durante el resto de 2023 y hasta 2024».

«A pesar de la reciente volatilidad en los precios del gas en Europa, consideramos bajo el riesgo de otro shock energético para la economía española», prevén.

Sobre la escena política del país, destaca que «cualquier acuerdo de coalición para formar un gobierno minoritario probablemente implicaría complejas compensaciones políticas que podrían hacer que el próximo gobierno sea vulnerable a las demandas de unos pocos grupos parlamentarios más pequeños».

«Hasta ahora, el estancamiento político ha tenido efectos mínimos en la economía española, que es la cuarta más grande de Europa y la decimocuarta (en PIB nominal) del mundo. Para 2023, España registrará el crecimiento más rápido entre las cuatro mayores economías europeas, un 1,6%. Proyectamos una ligera desaceleración en 2024, antes de un crecimiento del 2,3% en 2025, respaldado por una mayor ejecución de los fondos del Fondo de Recuperación y Resiliencia de la UE», concluye