- Seis casos al año
- Psiquiatras o psicólogos
- Atención en un máximo de 48 horas
- Asesoría confidencial
Los empleados de Radio Televisión Española dispondrán de un servicio de atención psicológica para víctimas de acoso sexual o por razón de sexo.
La Dirección de Compras de la corporación pública ha formalizado un contrato con el que establece “un concierto para la prestación de un servicio de asistencia médica y/o psicológica a las víctimas de violencia de acoso sexual o por razón de sexo que se haya ejercido en el desempeño de su trabajo en RTVE”.
En principio, el contrato se extiende por un año, aunque se contempla la posibilidad de que se prorrogue por otro año más.
Seis casos al año
Llama la atención que RTVE da cifras estimadas de cuántos casos puede haber en ese año de contrato, para orientar a las empresas interesadas sobre cuál sería el volumen de trabajo al que se enfrentarían.
“El número máximo de casos de acoso sexual o por razón de sexo que se estima que pudieran necesitar este servicio es de 6 al año, con un máximo de 10 intervenciones por caso”, señala la corporación.
Psiquiatras o psicólogos
La empresa que ha ganado el concurso público tiene que poner a disposición de RTVE “facultativos especialistas en Psiquiatría y profesionales de la Psicología con conocimientos y capacitaciones legales adecuadas para la prestación de este servicio en las condiciones establecidas”.
El personal debe tener alguno de estos títulos: Licenciatura o Grado en Medicina, especialista en Psiquiatría vía MIR, Licenciatura o Grado en Psicología, especialista en Clínica vía PIR o Licenciatura o Grado en Psicología, con el Master en Psicología General Sanitaria, expedidos por el Ministerio de Educación, con titulación acreditada y colegiación, que permita desempeñar su trabajo en todo el territorio español.
Atención en un máximo de 48 horas
Ahora Radio Televisión Española tiene que definir junto a la empresa adjudicataria el procedimiento de derivación de atención psicológica para las víctimas de acoso sexual o por razón de sexo que se produzcan en los centros de la corporación.
En la documentación del contrato se indicaba que “la asistencia psicológica concertada deberá prestarse a todas las personas trabajadoras de RTVE que sean víctimas de acoso sexual o por razón de sexo, para la totalidad de la estructura territorial: península, Ceuta, Melilla, Islas Baleares y Canarias”.
La radio televisión pública nacional exige que “la atención médica o psicológica será prestada en un plazo máximo de 24-48h una vez realizada la solicitud del servicio por parte de RTVE”.
La empresa adjudicataria debe proporcionar “espacios adecuados, tanto físicos como tecnológicos, para que las sesiones de terapia puedan llevarse a cabo de manera confidencial y sin interrupciones, y contará con las autorizaciones sanitarias necesarias para poder prestar el servicio”.
A los empleados de RTVE que lleguen a la consulta de este servicio se les realizará una primera evaluación, y después el psiquiatra o psicólogo elaborará un plan terapéutico individualizado y fijará el número de sesiones de psicoterapia que estime necesarias para tratarle. El número de sesiones por paciente no será en ningún caso superior a diez.
Serán sesiones preferentemente presenciales, salvo que no sea posible otra manera, o la víctima prefiera hablar con los profesionales por medios telemáticos.
“El servicio se dará por finalizado una vez se hayan alcanzado los objetivos terapéuticos establecidos por el o la profesional sanitaria”, eso sí, “teniendo en cuenta el número máximo de sesiones que hayan sido autorizadas”.
Una vez que acabe la atención a cada víctima, la empresa enviará a RTVE un informe escrito, “salvaguardando datos especialmente protegidos”.
La documentación del contrato contempla incluso la posibilidad de tener que ir a los tribunales: “La empresa adjudicataria tendrá asistencia del técnico/a en sede judicial, solo en aquellos casos que fuera necesario asistir al juzgado”.
Asesoría confidencial
Meses atrás, RTVE lanzó a través de su Dirección de Compras otra licitación relacionada también con la problemática del acoso sexual.
En ese caso, buscaba contratar un servicio de “asesoría confidencial” para casos de acoso sexual o por razón de sexo.
Y en los últimos años también trató de contratar (a veces, sin éxito) a empresas que le prestaran atención a sus empleados ante casos de acoso psicológico en el trabajo.