Las fuerzas militares rusas han adoptado la tecnología de drones Shahed-136 de diseño iraní para ejecutar operaciones en Ucrania, con especial enfoque en la región de Kiev.

Controversia Ruso-Iraní: La Producción de UAV

Se ha cuestionado la legitimidad de un posible acuerdo entre Rusia e Irán sobre la manufactura de drones Shahed. Esta inquietud surge a raíz de reportes que aludían a tal cooperación.

A pesar de las negativas oficiales, fuentes de la inteligencia estadounidense han confirmado la existencia de una planta conjunta iraní-rusa en Tatarstán. Esta planta, supervisada por la firma Albatross, anteriormente enfocada en drones agrícolas, parece haber pivotado hacia propósitos de defensa.

Las innovaciones derivadas de esta colaboración, en particular el UAV Shahed ruso-iraní, son objeto de atención y análisis en el ámbito militar global.

Una característica distintiva de los drones Shahed rusos es la incorporación del avanzado sistema de antenas Kometa-M, una mejora significativa sobre la previa antena parabólica CRPA de origen iraní.

Evidencia fotográfica post-ataque en Kiev sugiere que estos UAV ya están equipados con el mencionado sistema, lo cual, según expertos, complica su intercepción. Un analista ucraniano indicó que “esto es una mala noticia para nosotros [ucranianos – ed.] porque Kometa-M es más resistente a nuestro RB que las antenas de los Shahed iraníes”.

Además de su robustez, el sistema de antenas Kometa-M destaca por su versatilidad en la transmisión de diferentes tipos de datos y su capacidad para operar en un rango amplio de frecuencias.

Ante amenazas de guerra electrónica, el Kometa-M adopta estrategias como el cambio dinámico de frecuencias y modulaciones para esquivar detectores enemigos que se basan en frecuencias estáticas.

Este sistema también integra algoritmos de procesamiento avanzado y técnicas de formación de haces adaptativos, permitiéndole ajustar su perfil de transmisión en respuesta a interferencias, garantizando así comunicaciones confiables incluso en entornos adversos.

El componente de seguridad también es prominente en el Kometa-M, ya que incorpora protocolos de cifrado y autenticación, minimizando riesgos de interceptación o alteración de las comunicaciones.

Expansión de la Producción Aeroespacial Conjunta

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Dron iraní Shahed 136

El compromiso ruso-iraní trasciende la mera producción de drones Shahed. De acuerdo con informaciones, la colaboración busca capitalizar las destrezas iraníes en replicar sistemas de armamento occidentales, fusionando y mejorando con tecnología aeroespacial rusa de alta gama.

De forma corroborada, se identifica que un establecimiento cercano a Kazán, epicentro tecnológico de Rusia, ha facilitado la entrega de al menos 50 UAV Albatros M5 de reconocimiento de largo alcance. La expansión de la infraestructura de producción ruso-iraní es evidente con la creciente contratación de especialistas en UAV bilingües en farsi.

El diseño del Albatros M5 es fruto de la colaboración entre Qods Aviation Industries de Irán y la United Instrument Manufacturing Corporation de Rusia, orientado primordialmente hacia operaciones de inteligencia y vigilancia aérea.

Capacidades Tácticas del Albatros M5

Emblema de adaptabilidad, el Albatros M5 opera eficazmente en ciclos diurnos y nocturnos. Con un alcance operativo de hasta 1.000 km y una capacidad de ascenso de 5.000 metros, este UAV se sitúa como una herramienta de inteligencia superior en el campo.

Dotado de instrumentación avanzada, este dron integra sensores de última generación que facilitan la transmisión de datos en tiempo real a estaciones terrestres, propiciando una acumulación de información instantánea y precisa para el teatro de operaciones.

El ejército iraní ha capitalizado las capacidades del Albatros M5 en múltiples teatros, incluyendo misiones estratégicas en Siria, consolidándose como un activo invaluable tanto para fuerzas iraníes como aliadas.

Desempeño del Albatros M5 en el Conflicto Ucraniano

El Albatros M5 ha sido una pieza clave para las fuerzas armadas rusas en Ucrania. Su capacidad de resistencia aérea, con duraciones que pueden extenderse hasta 24 horas, lo consolida como una herramienta esencial para la vigilancia constante y la recopilación profunda de inteligencia.

Más allá de su habilidad en reconocimiento, el Albatros M5 presenta un arsenal diversificado, que comprende desde misiles guiados hasta cargas explosivas de precisión. Esta capacidad de despliegue ofensivo transforma al UAV de un mero dispositivo de inteligencia a una plataforma de ataque táctico, reforzando su relevancia en las operaciones rusas en territorio ucraniano.