A los pediatras les preocupa el enganche de los niños y adolescentes a las pantallas y, también, los contenidos a los que tienen acceso. La Asociación Española de Pediatría (AEP) ha presentado una guía de recomendaciones para las familias. Entre los consejos -en un país donde 7 de cada 10 menores tienen un móvil, al que acceden desde los 11 años y uno de cada tres, está enganchado a las redes sociales- los especialistas aconsejan marcar límites de tiempo, establecer zonas libres de pantallas, no utilizar los dispositivos como «niñera» y revisar su contenido periódicamente.
El uso de pantallas «es una realidad ubicua» admiten los pediatras. Sin embargo, los medios digitales impactan sobre la salud a nivel físico, psicológico y social en todas las etapas de la vida. Los niños y adolescentes tienen un mayor riesgo por encontrarse en pleno desarrollo madurativo, advierten los pediatras que, este jueves, han presentado el ‘Plan Digital Familiar de la AEP’ para responder al impacto que esa tecnología pueda tener sobre el bienestar de los menores. Según el estudio del Observatorio Nacional Tecnología y Sociedad (ONTSI), en España, el 95% de los menores de 16 años utiliza el ordenador y el 98% usa internet.
«Los niños y adolescentes son especialmente vulnerables a sus riesgos al estar en desarrollo» apunta la doctora María Salmerón, coordinadora del grupo de trabajo de Salud Digital del Comité de Promoción de la Salud de la AEP. Por eso, es importante que nosotros, como padres, eduquemos a través del ejemplo, les supervisemos, estemos disponibles para ellos y establezcamos límites; en definitiva, que les ayudemos a gestionar su uso», añade la médico.
‘Ruido de fondo’
Porque, recuerdan los especialistas, mantener las pantallas encendidas «como ruido de fondo» genera distracción para el aprendizaje de vocabulario, atención y juego de los niños. Precisan que un tiempo de uso prolongado mayor de dos horas de los medios digitales impacta sobre la salud a nivel físico (sueño, alimentación, salud ocular, etcétera), a nivel social (menor interacción social en la vida real) y mental (mayor riesgo de síntomas depresivos).
La fatiga visual digital provocada por el uso de pantallas en tiempos prolongados genera ojo seco, picazón, lagrimeo, aumento o inicio de miopía, advierten los médicos
Hablan también de malas posturas que favorecen el dolor de espalda y de cómo el uso repetido con los dedos sobre un teclado o mando de un ordenador o videoconsola cuando jugamos puede provocar lesiones en el aparato locomotor. La fatiga visual digital provocada por el uso de pantallas en tiempos prolongados genera ojo seco, picazón, lagrimeo, aumento o inicio de miopía en los niños y adolescentes, así como dolor de cabeza y de espalda, remarcan los especialistas.
Mayor ingesta calórica
En las comidas, las pantallas se asocian con una mayor ingesta calórica, mayor riesgo de una dieta poco saludable y reducen la interacción de la familia durante la comida. Y, antes de dormir, provocan: dificultad para conciliar el sueño, disminución de la sensación de sueño, reducción de la secreción de melatonina y altera la arquitectura del sueño, desgranan. En los medios digitales, a pesar de los controles parentales, se van a encontrar situaciones e informaciones inadecuadas para su edad o no veraces, por lo que es importante supervisar el contenido que consumen.
Protección de datos
El ‘Plan Digital de la AEP’ se materializa en un documento que las familias pueden adaptar a sus circunstancias particulares, han explicado sus autores Uno de los objetivos es, también, dotar a los pediatras de una herramienta sencilla que pueda usar en la consulta con el objetivo de prevenir los riesgos. El documento cuenta con el respaldo de la Agencia Española de Protección de Datos (AEPD) , una de cuyas líneas estratégicas se dirige a proteger a los menores de un uso problemático de las tecnologíasy evitar casos de adicciones, sexting o ciberbullying, entre otros, ha afirmado Mar España, directora de la AEPD.
«Cuando nos llegan denuncias a través del canal prioritario de la AEPD para solicitar la eliminación de imágenes sensibles, el daño ya está hecho y, aunque la Agencia consigue retirarlas, el golpe que sufre la familia, y en especial los menores, tiene difícil reparación», ha explicado esta experta que ha subrayado la importancia del Plan Digital Familiar de los pediatras y que las familias conozcan que existen unas pautas basadas en la evidencia científica sobre cómo afecta el uso.
Sobre las señales de alarma de que algo no va bien, la doctora Salmerón explica que siempre que se perciba un cambio significativo en la conducta de los hijos como, por ejemplo, entre otros, que dejen de salir con sus amigos, que se muestren más introvertidos o irritables, que empeore la comunicación en casa o que baje su rendimiento escolar, «nos debemos sentar a hablar con ellos para saber qué está pasando y, en caso necesario, pedir ayuda profesional«.