El grupo tecnológico Arm, controlado por el grupo japonés Softbank y que suministra a los fabricantes de chips diseños de circuitos esenciales, ya cotiza en Wall Street, tras debutar en el índice Nasdaq con subidas de casi un 16%, después de abrir su cotización en 56,10 dólares, lo que ya le daba una revalorización cercana al 10% desde los 51 dólares de precio inicial.

Previamente, la firma había fijado el precio de su salida a bolsa en Estados Unidos en 51 dólares por acción, después de establecer una horquilla previa entre 47 y 51 dólares por título.

Este precio le permitirá recaudar 4.870 millones de dólares, en la que será la mayor salida a bolsa del año en Wall Street. La compañía comenzará a cotizar en el Nasdaq este mismo jueves, con una valoración de 54.500 millones de dólares.

Aunque en los últimos días se había especulado con una subida del precio inicial hasta 52 dólares, debido a la elevada demanda de los inversores, finalmente Softbank, controlada por el célebre Masayoshi Son, ha preferido un precio algo más bajo de cara a asegurar el éxito de la operación.

Los expertos esperan que el precio de Arm suba hasta 57 dólares cuando comience a cotizar, debido a que la salida a bolsa ha sido sobresuscrita en 12 veces.

Los circuitos que suministra Arm se encuentran en casi el 100% de los teléfonos móviles, pero su objetivo es expandir sus productos hacia las redes informáticas, la computación en la nube y la industria del automóvil.

En este sentido, la compañía está intentando explotar el potencial de la inteligencia artificial (IA) y los sistemas como ChatGPT, que necesitan grandes cantidades de potencia informática, lo que ofrece a los fabricantes y proveedores de chips, incluido Arm, una gran oportunidad.

Nvidia, la compañía cotizada que más se ha beneficiado del boom de la IA, ha incorporado los diseños de circuitos de Arm en algunos de sus próximos chips.

«Nuestros diseños de procesadores y plataformas de software energéticamente eficientes han permitido la computación avanzada en más de 250 billones de chips y nuestras tecnologías alimentan de forma segura productos desde el sensor hasta el teléfono inteligente y la supercomputadora«, explica Arm.

«Junto con más de 1.000 socios tecnológicos, estamos permitiendo que la inteligencia artificial funcione en todas partes y, en ciberseguridad, estamos sentando las bases para la confianza en el mundo digital, desde el chip hasta la nube», añade la compañía.